La inquietud del Bergantiños

 

El Bergantiños inquieta a propios y extraños. Ganó de manera preocupante a un Xuventú Sanxenxo indolente durante el primer tiempo, tanto que se pudo ir al descanso escaldado. El 0-0 de los primeros cuarenta y cinco minutos no tenía ninguna lógica. Por eso preocupa el Bergantiños, por lo que le cuesta marcar goles. Un cabezazo de Ekedi y una genialidad de Roberto Piñeiro le dieron los tres puntos ante un rival que, ahora sí (por si había alguna duda), está inmerso en la estresante y particular liga por la permanencia.
El primer incidente del partido fue, antes de que se cumpliera el minuto 10, la lesión del central Deivi. Pacho Oliveira reajustó su equipo retrasando a Guille de posición y dando entrada a Suso Vidal, el mediocentro que sería autor del único gol visitante.
Desde el 15 hasta el 40, el Bergantiños gozó de hasta seis ocasiones claras de gol que repartió con disciplina cada cinco minutos. La primera, quizá la más clara, fue de Moreira, casi a portería vacía, tras pase de Piñeiro. Su remate salió a las nubes. Le siguieron dos centros envenenados: el primero de Aarón desde la izquierda (el cuero se deslizó por el larguero) y el segundo de Moreira desde el otro costado (en esta ocasión Vila desvió con la punta de los dedos). Moreira volvió tener protagonismo en la siguiente opción: pase al espacio a Denis que este, ante la salida en falso de Vila, remató fuera. Borja Facal centró para que Ekedi cabecease desde el segundo palo por encima del larguero. El delantero camerunés tuvo la última de la primera mitad en una acción individual pero el cuero chocó, en la zona exterior, con el lateral de la red. A todo esto, el Xuventú no dio señales de vida excepto en algún contraataque aislado que murió antes de la finalización.
No generar ocasiones de gol es criticable, pero no convertir ninguna de seis claras, también. El Bergantiños tuvo un problema con la definición en el primer período. No fue, para su desgracia, el único del partido.
Nada más arrancar la segunda mitad, Ekedi, en un córner botado con la zurda por David García desde la banda derecha, cabeceó al fondo de la red. 1-0. Sin duda, el delantero africano hace que su equipo sea otro. No solo las toca de cabeza: fija a los centrales, descarga balones a cualquiera de las dos bandas y, como sucedería en los últimos minutos, es capaz de retener para filtrar pases interiores en el momento adecuado.
Si Ekedi es la referencia en la que se apoya el Bergantiños para enviar el balón al campo contrario y continuar atacando, Roberto Piñeiro es el mediapunta que nunca se queda sin gasolina. Sus arrancadas para presionar durante toda la segunda mitad lo dejaron más que claro. Además, a veces se saca conejos de la chistera, como en la jugada del 2-0. Condujo de fuera hacia dentro para, sin pensárselo, soltar un latigazo a la escuadra. Imparable para Vila.

segundo problema
Tal y como le sucedió, por ejemplo, contra el Fabril, el Bergantiños deja de ser el equipo que le hace ser muy superior a los rivales en su campo para convertirse en un equipo que especula, que hace conjeturas con el resultado que no le benefician.
El Xuventú ganó terreno, pudo trenzar alguna jugada de ataque y recortó distancias con un golazo de falta de Suso Vidal. Con 2-1 y más cinco minutos por delante, la inquietud del Bergantiños se instaló, innecesariamente, en As Eiroas. Aún así, Piñeiro tuvo el 3-1 a pase de Ekedi, pero Vila y el larguero lo impidieron. El Bergan, que pudo golear en el primer tiempo, acabó –pese a no sufrir– deseando que el árbitro pitase el final.

La inquietud del Bergantiños

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