De la ilusión a la realidad

El Deportivo regresó de vacío de medirse con el mejor Valencia de todos los tiempos. Ahí es nada. Los de Nuno están consiguiendo los mejores registros de su historia. Ni en los años dorados de Benítez.
Aun así el equipo coruñés plantó cara y demostró desde el inicio que no se conformaría con acudir de invitado de piedra a Mestalla. Si los chés querían ganar tendrían que sudar la gota gorda, como así fue.
El guión era esperado. Sabía el equipo de Víctor Fernández que los locales saldrían en tromba buscando el gol de la manera más rápida y letal posible. El Depor aguantó los primeros empujones desde que los segundos contaron en el crono.
Tan pronto comenzaba el partido el equipo herculino perdía la pelota provocando la primera contra del rival en una clara ocasión de gol. Esto hizo espabilar a los coruñeses, que defendieron con más criterio.  A los doce minutos Vezo enviaba fuera un balón cabeceado a saque de córner. Repetía Negredo, a las manos de Fabricio. El Depor contestaba con un disparo lejano de Juanfran para llegar al ecuador de la primera parte con equilibrio, sobre todo en el medio del campo.
El siguiente remate de Negredo, en el 22, se marchaba fuera y ponía en pie a Mestalla. El Valencia se acercaba con peligro, remataba todos los córners, daba sensación de que podía hacer daño en cualquier momento. Sin embargo, entre la defensa gallega y que el cuadro mediterráneo se ‘atascaba’ por momentos ante la presión del Depor, el choque caminaba por el empate sin goles y hasta parecía que el conjunto blanquiazul podría sorprender en cualquier momento.
De hecho, el resto de la primera parte, hasta el final, fue de dominio alterno y con solo una gran jugada -del Deportivo- en el minuto 41, que acababa sin peligro para los intereses de los de Víctor Fernández. Tras sobreponerse a la salida en tromba del Valencia el Depor llegaba ‘vivo’ al tiempo de descanso, que se alcanzó sin goles en el marcador.
La reanudación llegó con los mismos parámetros y el equipo de Mestalla se lanzó a por el partido desde que el colegiado dio la orden de comenzar.
Sin embargo, esta vez, el Deportivo no fue tan solvente como en los primeros minutos. Los valencianos daban mucha más sensación de peligro. Se mascaba el tanto a base de ocasiones. En el 53 Negredo estaba a punto de llegar a un balón para marcar. En el 56 Fabricio salvaba una ocasión clarísima que se cantaba como gol en la grada y, en el 59, llegaba la jugada clave del partido. Un penalti de Juanfran sobre Piatti que era transformado por Parejo para situar el 1-0 en el marcador.
Una hora aguantó el Deportivo. 60 minutos hasta que el conjunto valencianista marcaba el tanto que abría el choque.
Víctor Fernández había dado ya entrada en el campo a Fariña en lugar de un Oriol Riera poco acertado. El cuadro coruñés intentaba responder al tanto encajado y lo hacía con una jugada de ataque del propio Fariña que acababa con un disparo que se marchaba fuera. El Valencia volvía a tomar el mando.
Tras un gol de Negredo anulado por fuera de juego y un disparo alto de Parejo que se cantaba como gol en el estadio levantinista llegaba el 2-0 de la sentencia. Una jugada muy veloz en el corazón de la zaga del Depor ante una defensa demasiado blanda finalizaba con una llegada de Feghouli por el lateral del área pequeña, habilitando para Alcacer, que cerraba el partido.
Lo que vino después fue poco más que nada. El Deportivo hizo sus cambios pero no tenía ni pólvora ni mechero para prender la falla. Un remate a las nubes de Bergantiños fue el bagaje final ante el tercer clasificado del campeonato liguero.
Lo esperado, lo previsto. Ahora llegan Espanyol, Getafe y Córdoba. Tres rivales ante los que no se puede fallar para no enterrarse en un lodo que ya le da por las rodillas al proyecto blanquiazul. A otra cosa. A ganar el siguiente partido como sea.