Hundimiento total del Racing frente al Estradense

Lejos de aclararse, el futuro del Racing se va volviendo más oscuro. El equipo ferrolano protagonizó ayer ante el Estradense un nuevo despropósito, que se saldó con derrota en los instantes finales ante el que, seguramente, fue el peor rival que pasó por A Malata esta temporada. Es por eso por lo que el cuadro verde está como está en la tabla clasificatoria, acercándose cada vez más a los puestos que actualmente implicarían perder la categoría a la espera de un tramo final de la competición en la que deberá sumar, al menos, cuatro o cinco victorias si no quiere verse en más problemas de los que está.

El ímpetu racinguista fue remitiendo con el paso de los minutos y, como el Estradense no mostró más ambición de la que había exhibido hasta entonces, el encuentro derivó en un insulso intercambio de imprecisiones en el que nadie fue capaz de hilvanar jugadas. Solo un tiro alto de Fafú en la mejor acción combinativa de los visitantes en la primera parte y otro intento de Héber Pena, que remató por encima de la meta rival un centro de Carlos desde la derecha, sacaron al partido del tedioso espectáculo en el que se había convertido y con el que parecía que se iba a llegar al intermedio. Menos mal que entonces Pérez, un soplo de aire fresco para un conjunto sin alma, cabeceó a la red, a dos minutos del descanso, un saque de esquina para poner al cuadro verde por delante en el marcador.

Los riesgos que el Estradense empezó a correr motivaron que el Racing se sintiese más cómodo a partir de que encontró más espacios. Por eso Ekedi, recién entrado al terreno de juego, y Héber Pena, de nuevo, estuvieron próximos a marcar el segundo gol que le diese al cuadro verde más tranquilidad. Sin embargo, al no hacerlo, el cuadro visitante mantuvo sus opciones de empatar, que rentabilizó en su primer tiro entre los tres palos de toda la segunda parte cuando Changui estuvo más vivo que la defensa racinguista y se vio favorecido por el fallo del meta Marcos Valín para marcar después de un saque de falta inofensivo.

La situación de empate obligó de nuevo al Racing a volcarse sobre la portería rival. Sin embargo, este Racing es un equipo muy frágil. Por eso, en vez de mantener el empate en el marcador, un fallo en los instantes finales permitió al Estradense conseguir un segundo gol que ni soñaba, que le dio una victoria que le permite seguir pensando en el salvación y que deja al Racing en una situación que cada vez resulta más comprometida.