Gerardo sigue a lo suyo

El Fabril se está dejando muchos puntos, demasiados puntos. En A Magdalena, ante el Villalbés, encaraba un partido complicado ante uno de los equipos más en forma del inicio de liga. Hizo muy poco para ganar y perdió. Gerardo fue el gran culpable: por haber marcado el único gol del encuentro y por haber ofrecido un auténtico recital de recursos técnicos.
Que el Fabril trataría de llevar la iniciativa a través de la posesión de balón estaba claro. La primera duda que se presentaba era saber cómo defendería el Villalbés. El equipo de Óscar Gilsanz adelantó en bloque sus líneas para tratar de dificultar la salida de balón del equipo blanquiazul y lo consiguió. El filial no jugó cómodo en ningún momento por la buena organización defensiva unida a la intensidad de los jugadores del Villalbés.
Cristóbal Parralo introdujo novedades en su once inicial. Con Queijeiro en la grada por sanción, el míster del Fabril optó por la pareja Hugo Rama-Edu en el centro del campo. En la portería regresó Álex Cobo y en punta de ataque volvió a jugar un Pinchi que, en las últimas jornadas, lo estaba haciendo en la banda izquierda. El principal sacrificado en el equipo titular deportivista fue el delantero Borja Domingo, actuando Jardel, otra de las caras nuevas, en el flanco derecho; Galán, en el izquierdo.
El problema no es que el Fabril haya perdido contra un buen Villalbés. El problema no es solo que el Fabril haya perdido tres de los cuatro últimos partidos como visitante. El problema es que el Fabril deja malas sensaciones: puede y quiere pero no sabe cómo. Puede porque tiene futbolistas de mucha calidad y muchos medios a su disposición, quiere porque intenta ganar los partidos apostando por un estilo y no sabe cómo porque, de hacer las cosas medianamente bien, el filial del Deportivo debería ser el líder de la Tercera División. Algo llamativo fue comprobar, en el segundo acto, como ciertos jugadores se encontraban cansados. Sí, los chicos del filial.

el gol
Al Fabril, asfixiado nada más comenzar, se le puso el partido más cuesta arriba aún de lo que estaba por la presión del Villalbés con el gol de Gerardo a los quince minutos. Villares, listo, cortó un pase horizontal para servirle el balón al crack del choque. Gerardo aguantó hasta vencer a Cobo y, casi desde la línea de fondo, soltó un trallazo que acabó arañando la red.
Afortunadamente, lo de Gerardo no es solo gol. El asturiano, el punta G del Villalbés, tiene magia. Ante el Fabril exhibió uno de sus recursos técnicos favoritos: la rabona. La hizo con sentido y criterio, algo difícil de conseguir. Tuvo el 2-0 con un disparo desde cerca del medio del campo. En definitiva, fue una pesadilla para la defensa fabrilista.
Con Cristóbal Parralo en la grada por sanción, fue Javier Manjarín el encargado de tomar las decisiones desde el banquillo. Manjarín se mantuvo en el papel de segundo entrenador y no alzó la voz para realizar ninguna indicación en los noventa minutos que duró el encuentro.
¿Qué hizo el Fabril? Tener el balón en zonas no peligrosas. ¿Qué no hizo el Fabril? Encontrar profundidad, desajustar al Villalbés y generar ocasiones de gol. El equipo local, que enfrascó al filial en la primera mitad, jugó más replegado en el segundo acto y aprovechó esa disposición para crear ocasiones a la contra. En los últimos compases, el Villalbés se hizo con la pelota, jugó en campo contrario y provocó muchas situaciones de balón parado. José Varela perdonó el 2-0 cuando tenía toda la portería para hacer gol y, en un saque de esquina, el árbitro anuló el gol a Sergio Arias después de que prolongase Villares. ¿Fuera de juego?
El Fabril, que no funcionaba, acabó jugando con dos delanteros. Primero fueron Pinchi y Jardel y después Pinchi y Borja Domingo. Corredera no hizo ningún daño en la banda derecha. Plan fallido ante un Villalbés liderado por Gerardo, que sigue a lo suyo.