El Fabril y sus fisuras ante el Silva

El Fabril y sus fisuras ante el Silva
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El Fabril es como una gran película de Hollywood: tiene un presupuesto superlativo, muchos de los mejores actores del mercado, un director de renombre, un escenario envidiable y un guion atractivo. En cambio, no todo eso garantiza el éxito. El filial del Deportivo lo está comprobando en primera persona. Dio resultado el primer film de su saga goleando al Compostela, pero fracasó con los dos siguientes: derrota ante el Bergantiños y empate ante el Silva. Candidato a lo máximo, el Depor B ha mostrado fisuras; el Silva, su rival de ayer, no dejó de creer y encontró un meritorio punto con un penalti en el último minuto.
Pasó por encima del Silva en la primera parte. El equipo de Cristóbal Parralo maniató a su rival con fútbol control, superando líneas paso a paso, sin prisa pero sin pausa, acercándose a la portería de Guillermo generando ocasiones de gol. Solo cayó uno –golazo de Pinchi– en los primeros cuarenta y cinco minutos, pero tuvo más opciones. 
El míster blanquiazul introdujo novedades obligadas con respecto a las dos primeras jornadas, en las que calcó once inicial. Blas entró al equipo titular para ocupar el lateral derecho, desplazando a Quique Fornos a la posición de central, en la que causó baja el lesionado Arnau. En el centro del campo destacó la ausencia de Edu, Bamba ocupó su lugar. Para suplir la baja de Hugo Rama, también lesionado, Cristóbal no le dio la alternativa a Borja Domingo retrasando la opción de Pinchi, sino que optó por Corredera, inédito en el inicio de liga. 
El Silva, con Diego Cuesta como parche en el lateral derecho (Brais Lema y Toni Insua, lesionados), no ofreció grandes novedades con respecto a los anteriores duelos. Joao Paulo se quedó en el banquillo siendo Brais el delantero centro. El equipo de Javier Bardanca, que presenció, sancionado, el partido desde la grada, se limitó a defenderse como buenamente pudo en el primer tiempo. En contadas ocasiones superó la línea del medio del campo con el balón controlado, algo que hizo prácticamente a la perfección el Fabril. 
Solo en el inicio de la segunda mitad, el Silva logró empujar un poco al Fabril hacia su portería. Duró pocos minutos ese arreón, pero fue suficiente para generar dudas en el filial, que disfrutó de su última ocasión con un remate de Borja Galán al larguero. El partido cambió totalmente con la entrada de Movilla. El delantero centro visitante fue un auténtico incordio para la defensa blanquiazul, que no fue capaz de controlar su poderío aéreo ni sus carreras en la presión. Movilla fue una vía de escape para el Silva, que encontró en él su pieza perfecta para dar continuidad a sus ataques cerca de la portería de Anxo. 
Alvarito avisó (min.76) con un tiro cruzado desde el costado derecho y Movilla (min.89) cabeceó al larguero un centro botado con la zurda por Carlos Varela. Lorusso, en un córner ejecutado por Real, metió la pelota en la portería, aunque con la mano y, en lugar de un gol, se llevó una amonestación. El terreno de juego estaba inclinado hacia la puerta del Fabril y, en el tercer minuto de añadido, Fornos cometió penalti sobre Lorusso, que se encontraba en el borde de área pequeña dispuesto a rematar un saque de esquina. Pena máxima con roja directa para el central local. Marcos Gómez, el mejor jugador de la pasada temporada en Tercera, metió el esférico en la red para que el Silva rascase un punto que peleó hasta el último suspiro.

El Fabril y sus fisuras ante el Silva

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