Exhibición de Márquez

Marc Márquez logró su séptima victoria consecutiva en el GP de Alemania, que se disputó en Sachsenring, en una carrera en la que un acierto táctico en el cambio de moto le permitió remontar posiciones y refrendar su liderato en el Mundial.
El de Cervera fue el primer piloto en cambiar de máquina, en el ecuador de la carrera, lo que le valió para ascender puestos rápidamente y adelantarse a sus rivales. Cal Crutchlow y Andrea Dovizioso completaron el podio.
Con la carrera decretada en mojado, las caídas y las salidas de pista parecían insalvables, y más tras lo ocurrido en las dos primeras carreras. Sin embargo, la salida fue limpia, con Valentino Rossi adelantando al español Héctor Barberá, que salía segundo, y acosando al ‘poleman’, Marc Márquez.
Logró adelantarle un giro después, tomando el control de la carrera hasta la llegada de las dos Ducati de Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci a la cabeza; el segundo se iba al suelo en la vuelta 11 y dejaba a su compatriota en solitario.
Mientras, Márquez se colaba en una curva y perdía varias posiciones. Su estrategia se centró, mediada la carrera, en cambiar a ‘slicks’, tanto delantero como trasero, a tenor de que la pista se iba secando, aunque aún presentaba surcos de agua. Una jugada arriesgada y, a la postre, magistral y acertada.
Con Dovizioso distanciado, Rossi y Barberá permutaban puestos, y el transalpino era ya segundo. Los mecánicos, desesperados, llamaban a ‘Il Dottore’ para entrar en boxes y cambiar la moto, pero el nueve veces campeón del mundo hizo caso omiso. No fue hasta a falta de siete vueltas cuando Dovizioso, Crutchlow, Barberá y Rossi cambiaron de máquina, todos juntos.
Así fue como Márquez recuperó el tiempo perdido y se impuso con 21 segundos de ventaja. Gran jugada táctica que consolida el liderato del Mundial.