Los errores defensivos llevan al Deportivo a sufrir una dolorosa derrota ante el Eibar

Los errores defensivos llevan al Deportivo a sufrir una dolorosa derrota ante el Eibar

El Depor se ha empecinado en ser buen visitante... para los rivales. En Ipurúa, el Eibar se llevó un partido en el que a los coruñeses les penalizaron los errores defensivos y un penalti no pitado a Çolak y en el que, además, se encontraron con la oposición de un motivado Yoel, que estuvo más entonado de lo habitual. Cuando no es una cosa es otra, pero el equipo sigue sin ganar a domicilio y, además, dejó de estar invicto en 2017.
De nada valió que el homenajeado Garitano avisara en la previa que había que salir mejor que en Las Palmas porque el Eibar suele marcar en los primeros minutos. Tampoco que Juanfran lo recordara antes de salir al reducido campo de Ipurúa con ese “cuidado, eh” que recogieron las cámaras. 
El inicio que prometía el Deportivo con la primera aparición de Çolak y un disparo de falta de Bruno Gama a las manos de Yoel fue puro espejismo. Luna y Enrich, compenetrados una vez más (humor fácil, como batir al Depor en Eibar), descubrieron la fragilidad de la defensa (no solo de los defensas) blanquiazul en la frontal del área, y Juanfran habilitó la posición legal de Adrián González, que disparó de primeras, en el flanco izquierdo del área, para superar por arriba a un adelantado Tyton (1,95 metros).
Era el tercer minuto y al Deportivo pudo caerle otro antes de llegar al diez, pero lo evitó Juanfran cruzándose a tiempo ante Luna a pase, como no, de Enrich. Los deportivistas intentaron reponerse de su horrible inicio. Borges y Sidnei dispusieron de las primeras ocasiones, pero el Eibar volvió a aprovechar la permeabilidad del Depor. Despeje horrible de Navarro con la derecha y sucesión de errores de los blanquiazules que explotó Enrich cogiéndole la espalda a la zaga y batiendo a Tyton con un disparo cruzado.
El partido se había convertido en un correcalles con los ataques más atinados que las defensas. Çolak conectó con precisión un centro de Carles Gil para marcar su segundo gol con el Depor, ambos de cabeza, a pesar de su estatura (1,69 metros).
A los coruñeses les costó atar en corto al Eibar. La receta pragmática de Mendilibar funcionaba: balones en largo para uno de los extremos y a poner a prueba la pericia deportivista. Pedro León volvió a abrir una vía de agua en el flanco izquierdo de la cobertura blanquiazul e Inui batió en el segundo palo a Tyton, pero el colegiado lo anuló por falta previa a Arribas.
El Deportivo llegó al descanso con mejores sensaciones en el patatal en el que se fue convirtiendo el ¿césped? de Ipurúa. Andone, pleno de confianza, hizo lo que parecía imposible ante Lejeune, al que dejó atrás con un autopase, y se encontró, cómo no, con Yoel, que despejó a córner.
El guardameta frustró la reacción del Deportivo, que tuvo buenos minutos y situaciones clarísimas para empatar. Martínez Munuera no vio penalti en una caída de Çolak en el área. El turco, que protestó, trató de marcar después con un disparo desde la frontal, de nuevo a las manos de Yoel, que también sacó un lanzamiento seco de Andone. 
Fueron veinte minutos de ataque sin premio antes de que esa regla no escrita del fútbol (el que perdona la paga) finiquitara el partido con otro pésimo despeje blanquiazul (esta vez de Çolak) y una nueva cadena de errores. Enrich y Lejeune se quedaron solos delante de Tyton y el central anotó el tercero.
Garitano, que empezó con 4-2-3-1 tras recuperar efectivos de banda, acabó con dos delanteros y Çolak junto a Guilherme en el doble pivote. A la derecha, el debutante Kakuta, que se lució con un caño y un par de centros. Argumentos para el optimismo en otra tarde gris para el Depor a domicilio.

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