“El equipo estaba bajo mínimos y Pepe Mel lo supo ver enseguida”

“El equipo estaba bajo mínimos y Pepe Mel lo supo ver enseguida”
El futbolista, en la sesión de ayer pedro puig



La salud mental de los futbolistas fue lo primero de lo que Pepe Mel dijo que se iba a encargar. Y, a tenor del cambio en el ‘espíritu’ de los jugadores y de sus declaraciones, el técnico madrileño fue capaz de acertar en el diagnóstico y administrar los necesarios cuidados. “Desde el primer momento nos dio una inyección de moral y confianza que el equipo necesitaba como el comer”, admite convencido Carles Gil.

El centrocampista valenciano va más allá y asevera que estaban “bajo mínimos y el entrenador lo supo ver enseguida. Con apenas unos días con nosotros el cambio fue brutal”, afirma el futbolista cedido por el Aston Villa al ser interpelado sobre el fichaje del expreparador del Betis.

Un técnico nada más llegar se quiso poner al día con todos los integrantes de su plantilla de forma grupal y también individualizada para indicarles lo que esperaba de ellos. “Desde el primer momento nos expresó a todos y en particular, por lo menos a mí, lo que quería de cada uno”, rememora Gil.

Con respecto a su caso, subraya que Mel le pidió que “intentara ese control (de balón)” ya que cuando se recupera el esférico es “muy importante jugar hacia delante”. Una petición que el futbolista recibió de buen agrado: “Si me lo pide es porque sabe que lo puedo hacer y desde entonces lo estoy aplicando en el campo y creo que me está yendo bien”. Carles Gil recuerda que los técnicos están para ayudarlos y “sacar lo mejor” de sus futbolistas, por lo que la consigna es clara para él: “Tengo que hacer en el campo lo que pide”.

No hace tanto era otro el inquilino en el banquillo, un Gaizka Garitano en boca de muchos futbolistas en los últimos tiempos. Una etapa ya pasada que Gil describe como “rara”, ya que el equipo vivió continuos “altibajos”. “No empezamos bien, luego tuvimos racha muy buena y nos costó después de Navidad”, resume el jugador, que cree que, en líneas generales, “no nos acompañaron los resultados cuando él estuvo”.

El futbolista valenciano, que padeció varias lesiones musculares con Garitano como director de la batuta blanquiazul, no esconde que “esperaba jugar más”, aunque asume que en esa parcela los futbolistas poco pueden hacer: “Son decisiones, para eso están los entrenadores. Y nosotros, a aceptarlas”. Entiende, no obstante, el ‘recado’ de Joselu a su extécnico, ante el que se sintió “engañado” debido a las escasas oportunidades de jugar que tuvo. “Después de la lesión no lo pasó bien, todos queremos minutos, pero esto es fútbol”, incide. Comenta que el caso del de Silleda fue “especial” porque todos esperaban “mucho” de él y tras su lesión “tenían muchas ganas” de que volviese a vestirse de corto.
Quiso, sin embargo, quitarle hierro a una realidad que impera en el deporte: “El que no juega está decepcionado, pero no va más allá de eso, todos queremos jugar, no hay ningún jugador que se conforme si no juega”.

Llega ahora un parón liguero debido a los partidos de las selecciones nacionales, un receso que no es tan positivo cuando ocurre después de una derrota. “Lo preferible es irte con una victoria porque pasas dos semanas más contento”, indica.

Gil reseña que, pese a perder ante el Celta, en un duelo que “se decidió en la única ocasión” que tuvieron los olívicos, vienen de “una racha muy buena”. El Depor ha cogido “aire” y avalado por una dinámica en la que esperan “seguir la semana que viene”. Enfrente estará el Valencia, un rival que, aunque en horas bajas debido a su irregular temporada, siempre es un equipo complicado. La meta en Mestalla será lograr los tres puntos que les acercarían al objetivo de la salvación y situarían al Deportivo con 30, empatado con el conjunto che.

Un equipo en el que se crio futbolísticamente Carles Gil, que comenta que será “muy especial” pues estuvo en las filas valencianistas “desde los cinco años”. Quedan diez partidos, diez finales para cerrar esta temporada pero el futbolista blanquiazul matiza que ni él ni sus compañeros hacen cuentas con respecto al número de puntos necesarios para lograr la permanencia. “Miramos a corto plazo, al partido siguiente, en este caso al del Valencia, es una tontería fijarnos puntos”, apunta.

Aunque declara que están “pendientes lógicamente de los rivales directos” dice que tienen un “colchón bueno” con respecto al descenso, pues el Sporting de Gijón con 21 está a dos partidos, más golaveraje, de los blanquiazules. La meta pasa por “conseguir cuanto antes ese número de victorias que nos permita tener un tramo final tranquilo”.

A lograr la permanencia se refiere Gil, que no hace cábalas más allá del 30 de junio, plazo en el que finaliza su vinculación en préstamo con el Depor, pues sus derechos futbolísticos son propiedad del Aston Villa inglés.

“Estoy muy a gusto, y hemos contemplado esa opción (la de su continuidad), pero se tienen que dar muchas cosas. Estos diez partidos son claves para mí, para el Deportivo, para lo que pueda pasar en el futuro y también para hablar con mi club. Tenemos que conseguir el objetivo y dar un buen rendimiento en estos encuentros”.

“El equipo estaba bajo mínimos y Pepe Mel lo supo ver enseguida”

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