En busca de la viabilidad

Las declaraciones de Germán Rodríguez Conchado a este medio han dado la vuelta al planeta futbolístico. En ellas el letrado herculino dejaba claro que la solución del Lendoiro pasa por irse de manera ordenada o quedarse aferrado al cargo, eso sí, deshaciéndose de determinados puestos ocupados por familiares directos en un club al que llegó a tildar de “cortijo familiar”.
Ante la pregunta de si con Lendoiro será más complicado llegar a un acuerdo con los bancos no hay una respuesta. Las entidades financieras se guían por números, fríos y exactos, y piden un plan de viabilidad sólido, con o sin el presidente al mando.
Puestos en contacto con fuentes de Novagalicia Banco queda clara tal postura. La entidad no se plantea “nuevos escenarios”, sino que espera un “plan de viabilidad basado en análisis económicos” que garanticen el cobro de las cantidades acordadas en el convenio.
En este sentido, cuestionadas las mismas fuentes por los plazos que Lendoiro viene anticipando (el último de pagar el cien por cien de la deuda en 20 años, con carencias si el equipo está en Segunda y sin quita) tampoco puede ser valorado por las entidades financieras. “Es muy difícil hacerlo, ha de venir acompañado de análisis contables, propuestas y evidentemente apoyado en cuestiones sólidas”, indican desde NGB.
Con 26,5 millones de euros que se le adeudan a la antigua Caixa Galicia esta entidad es la segunda, después de la Agencia Tributaria, en volumen de deuda. Inquiridos sobre si el hecho de que no estuviese Lendoiro facilitaría la llegada a acuerdos, las mismas fuentes recuerda que siguen “el mismo punto de vista desde la entrada en concurso del RC Deportivo”. Un banco es un banco, y no hay que darle muchas más vueltas. Lo que sí parece es que las entidades bancarias, desde el principio, muestran buena predisposición, ya que nadie quiere que el Deportivo desaparezca para poder cobrar al menos parte de la cantidad que se adeuda a cada acreedor.
El club manejó un plan de viabilidad, que comentó abiertamente, de 20 años de plazo con una quita del 30% y dos de carencia si se descendía. Esto se hizo público antes del descenso de categoría. Ahora se ‘sorprende’ con la petición del 100% a 20 años sin pagar en Segunda, cuando se hablaba de una quita del 70% precisamente por haber descendido. En el medio de todas estas propuestas estará la realidad final. n