El Coruña gana dos veces

El Basquet se impuso dos veces al Palencia en un partido memorable, un canto al baloncesto resuelto tras cinco minutos extra, una prórroga a la que se llegó gracias, en su mayor parte, a una pareja arbitral nefastamente anticasera.

Algo que se había echado en falta en los dos primeros partidos, al menos en continuidad y cantidad, apareció ayer desde el salto inicial: defensa. Tito Díaz desconcertó a Sergio García con continuos cambios que impidieron al Palencia lanzar con comodidad (dos pérdidas y un ‘airball’ en sus tres primeras posesiones) y a los suyos robar y correr.

Y por esa vía construyó la ‘marea naranja’ su primer renta de varias canastas (12-4). García paró el partido. Pero ni por esas. Monaghan en modo playoffs siguió alimentado a sus gigantes y la ventaja alcanzó los dos dígitos (20-9), con un triple de Sabonis, hueco que se mantuvo al final de un cuarto donde casi fueron mejor los 12 tantos encajados que los 22 anotados.

Tras el breve parón el Coruña no solo bajó su intensidad defensiva sino que le metió dos marchas más. Continuo cuerpo a cuerpo, muchas manos al balón y ayudas rapídisimas y contundentes. Y, claro, el Palencia todavía tuvo más dificultades para tirar.

Sin embargo, la hiperactividad atrás se tradujo en cinco faltas en solo 3:40; o sea, 6:20 de bonus por delante para el cuadro castellano. Tiros libres por la supervivencia. Porque eso fue lo que hizo el Palencia, sobrevivir. Incluso cuando Tito, después de que tres libres de Lucas pusiesen en el marcador el +17 (41-24), dio entrada a Ferreiro. Y el joven base agarró el toro por los cuernos.

Valiente y vertical
Valiente y vertical, a pesar de tener delante a un peso pesado como Dani Rodríguez. Una bandeja a mano cambiada y dos aciertos de 4.60 después, Tito le devolvió al banquillo para defender hasta el descanso esa máxima ventaja, a la que Bas, el único soporte exterior del conjunto púrpura le limó tres puntos (46-33) con su tercer acierto desde el arco.

El descanso le sentó mejor al Palencia, que en sus tres primeros ataques de la segunda enroscó sendos triples, aunque el capi Hernández conrestó con otros dos. Y en medio de este festival comenzó otro: el de los árbitros, sobre todo la principal, Esperanza Mendoza, cuyo empeño por igualar el partido con injusticias enervó al Palacio. Entre sus decisiones y un parcial final de 4-11, con 11 puntos de Barnes, el Palencia llegó vivo al cuarto periodo (68-61).

Y no paró. Una antideportiva que se sacó del sobaco de Creus a Samb y un 2+1 anulado a Zyle estrecharon el cerco (71-70) y un 2+1 regalado a Zamora, cuando la falta fue casi en 6.75 y luego dio los dos pasos para anotar, dio la primera ventaja al Palencia (76-77).

El Coruña parecía tambalearse, pero recuperó la puntería en el momento portuno, con triples de Hernández y Creus, aunque Dani Rodríguez se encargó de mantener a los suyos y Monaghan erró el triple ganador a poco más de dos segundos del final.

Lejos de acusarlo, el Coruña volvió al parquet recuperando la defensa de la primera mitad y, aunque Mendoza se empeñó en seguir castigando a los locales hasta por el más mínimo roce, además de mandar a Olmos al banquillo por una quinta falta que realmente fue un tapón a Rodríguez -’recibió’ 15 faltas-, un oportuno triple de Zyle, una pillería de Monaghan (98-94) y las 2.600 gargantas que hicieron retumbar el Palacio en cada ataque palentino acabaron la faena.

Dos victorias y ‘match-ball’. Mañana, más. Va a ser difícil que mejor, pero con ganar es suficiente.