El Celta de Vigo, en su mejor momento de la temporada tras encadenar seis jornadas sin perder, viaja a Girona con la obligación de no fallar para no descolgarse de la lucha por una de las dos plazas de ascenso directo a la Primera División.
La última derrota del equipo de Paco Herrera fue el 26 de noviembre ante el Barcelona B.
Desde entonces, el cuadro vigués ha sumado cuatro victorias y dos empates, lo que le ha aupado a la quinta plaza, con dos puntos de desventaja sobre el Valladolid, segundo, y cinco con el Deportivo, líder en solitario de la categoría.
Para este encuentro, el técnico del conjunto olívico pierde al lateral izquierdo Carlos Bellvís y al mediocentro Cristian Bustos, ambos por sanción, pero recupera al central internacional venezolano Andrés Túñez y al lateral Roberto Lago, que no pudieron jugar contra el Córdoba por lesión.
Ambos recuperarán en Montilivi la titularidad en una defensa que completarán Hugo Mallo en el lateral derecho y Oier Sanjurjo en el centro de la zaga.
Por delante, Alex López y Borja Oubiña formarán el doble pivote, como refuerzo de la línea de tres volantes que ocuparán Quique de Lucas, Mario Bermejo y el chileno Fabián Orellana.
En punta, Paco Herrera medita si darle continuidad a David Rodríguez o volver a situar como referencia ofensiva a Iago Aspas, quien ya está recuperado del esguince que sufrió en su tobillo derecho a finales del pasado año.
Herrera, prudente > El entrenador del Celta, Paco Herrera, no se fía de la mala clasificación del Girona, penúltimo clasificado con 17 puntos, y por eso advirtió ayer del “peligro” que tiene el conjunto catalán tras la llegada del técnico Yosu Uribe a su banquillo.
Según destacó Herrera en rueda de prensa, todo cambio de entrenador conlleva que todos los jugadores estén “con los ojos muy abiertos y preparados” porque aspiran a “ganarse un puesto en el once”.