Dorado adiós con bronce

Dorado adiós con bronce
Pau Gasol capitaneó una vez más a ‘la Roja’ en su más que posible última comparecencia con el combinado nacional fotos: reuters

La selección española se despidió de Río con una trabajada medalla de bronce tras derrotar a Australia en otro sensacional partido de Pau Gasol, autor de 31 puntos y 11 rebotes, en la que pudo haber sido su última aparición como internacional.
Los pupilos de Sergio Scariolo necesitaron un final de infarto para poder subirse al podio. A falta de 5 segundos, y tras un vaivén de faltas y canastas, Sergio Rodríguez no falló desde el tiro libre y puso a España un punto arriba. En esa última posesión estaba el partido, la medalla estaba en esa defensa y a Australia le tembló la mano. 
El error en la entrega de los ‘Boomers’, que interceptó Víctor Claver,  le valió a España el metal, la culminación a una época dorada y el broche a tres Juegos consecutivos subiendo al podio. En Pekín y Londres el mordisco fue de plata y se acabó con una derrota, pero la medalla de Río será recordada para siempre por ser la última. El abrazo final supo mucho más que a bronce.
La selección del ‘ba-lon-ces-to’ cautivó a España un verano de 2006 –campeona del mundo– y ayer cerró una década gloriosa –10 medallas entre Mundiales, Europeos y JJOO– con un bronce que se cuajó desde el inicio. 
Patty Mills, nuevo compañero de Gasol en los Spurs , fue el gran argumento ofensivo de Australia, ágil en el uno contra uno y certero en el lanzamiento. Aun así, España logró rentas jugosas, alcanzó incluso los 12 puntos y tuvo momentos brillantes. Con los ‘Sergios’ en pista España dio la sensación de jugar con uno más y los triples de Mirotic volvieron a escena para acercar esa foto tan deseada en el podio.
Sin embargo, el 28-40 fue un espejismo antes de alcanzar el descanso por culpa, entre otros, de David Andersen, un titán bajo los aros. El equipo oceánico se había acercado a la orilla con fundamento y terminó de minimizar a los españoles justo antes del minuto 20. El 38-40 despertó a una España que no logró distanciarse en la segunda mitad.
Aportó Mirotic, enchufado desde el arco (3/3), y también Gasol, ataviado con el mono de trabajo para estirar el marcador antes de afrontar la fase decisiva. Mills se puso el mismo traje en lo que se convirtió en un intercambio de golpes que hacía del final algo mucho más imprevisible.
Así se alcanzaron los cinco minutos finales. Del 75-73 al 80-81, guarismos que impedían levantar los brazos antes de tiempo. Para ganarse el bronce había que saber competir y en eso España ha sacado sobresaliente a lo largo de estos años. 
No hacía falta nada más, la agonía terminó por completo cuando Australia decidió desacelerar el ritmo de todos los corazones en España. n    e. press

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