El Depor sigue creciendo

El Deportivo venció y convenció a sus aficionados en el encuentro que abrió una jornada que hoy seguiremos con una sonrisa de oreja a oreja después de haber logrado el objetivo. Se sabía de que el rival no sería fácil, como así se demostró. Los armeros, correosos, bien plantados, defendieron a base de bien, se replegaron, intentaron que no se moviese el marcador, pero el Depor fue superior y se hizo acreedor a la victoria desde el primer minuto.
Con el once previsto, Víctor Fernández, que merece también la felicitación por su trabajo, vio como el partido que intuía se puso de manifiesto desde que rodó la pelota. El cuadro blanquiazul se hizo dueño del envite mientras que los vascos se defendían con rigor.
La primera ocasión fue herculina. A punto estuvo Borges de anotar de cabeza en el minuto ocho. El balón se marchó por poco sobre la meta de Irureta. El equipo coruñés siguió intentando acciones trenzadas, pero no era capaz de llegar al área visitante merced a la acumulación de efectivos del Eibar por detrás de la pelota. Era un monólogo local, pero no se consumaba con el ansiado gol.
En el minuto 22 el Eibar avisó con una contra de que podría sacar petróleo al dominio blanquiazul si los zagueros locales se dormían. Fabricio salvó un centro envenenado de Capa y se acabó el repertorio armero.
Con el peligro solventado el Depor se puso, de nuevo, manos a la obra. Posesión absoluta de la pelota, circulación de costado a costado, buscando entrar a la poblada zaga de diversas maneras... Pero el gol era esquivo. Lo intentó Juanfran en dos ocasiones. A la media hora probó fortuna con dos disparos desde media distancia. El primero fue tibio y sin problemas para Irureta. En el segundo el meta vasco tuvo que emplearse a fondo para enviar la pelota a saque de esquina.
Lucas Pérez realizó el último disparo de la primera parte. No hubo premio a 45 minutos de dominio total y con empate sin goles se llegó al descanso.
El Depor reanudó el choque con los mismos parámetros, dominando y buscando el tanto que rompiera de una vez al Eibar, que también mantenía sus ideas primigenias defendiendo con rigor.
Tras un remate de Lopo a los primeros segundos, llegó la jugada ‘de la justicia’. Lucas Pérez recogió un rechace en la frontal del área, vio la salida de Irureta –en falso– y colocó la pelota allá donde ningún rival pudo llegar.
El 1-0 reflejaba lo que se veía en Riazor. El Depor no podía perder un partido dominado de cabo a rabo, pero el recuerdo de otros envites como el del Granada o el del Almería latía en la grada. Había que cerrar el encuentro.
Probó fortuna Cavaleiro en el minuto 55 y respondió el Eibar con su primer chut a puerta en todo el partido. Los armeros estiraron líneas y buscaron el empate. Hicieron cambios, reforzaron el ataque y gozaron de un par de disparos que Fabricio solventó. Se mantenía el 1-0 pero el temor al empate estaba muy presente.
Y el Depor siguió y siguió. No bajó los brazos y compitió hasta el final. Uno de los jugadores más en forma de este equipo, Cavaleiro, obtuvo el premio a la constancia al robar la pelota al portero visitante (que no tuvo una noche afortunada como algunos compañeros de su defensa). El atacante acompañó al balón hasta la portería mientras Riazor estallaba de alegría.
Era el minuto 78. Y el asunto se acabó ahí. Ni el Eibar dio para más ni el Depor estaba por la labor de permitirse alegrías. Fue un encuentro completo, de un equipo equilibrado que alcanzó los 24 puntos merced a un año 2015 que está arrancando de manera notable pues tan solo se cayó ante el Barcelona.
Lo del Bernabéu será otra historia. Hoy es sábado, mañana domingo y ayer ganó el Deportivo. Los seguidores sabrán celebrarlo, disfrutarlo. Todo el mundo lo tiene muy merecido.