El Depor mantiene la fe

El Deportivo se llevó la victoria de Santo Domingo en un partido que apuntaba a empate y en el que, como en otras jornadas, los herculinos dieron la vuelta al marcador sobre la bocina.
Fernando Vázquez hizo cambios en el once, dio entrada a los galones de Manuel Pablo en la defensa y a la contundencia de Wilk en el medio del campo. Rabello y Núñez fueron los jugadores que se presuponían titulares y se quedaron en el banquillo. Con Salomao y Luisinho en las bandas para la parcela ofensiva, Toché, como se esperaba, fue el elegido para la punta de lanza.
El encuentro comenzó con imprecisiones en ambos equipos, trabado, con fútbol directo del Alcorcón y un Depor poco combinativo por lo espeso del medio del campo amarillo, que apretaba bien a los blanquiazules.
Los locales avisaron en el minuto 6 con un cabezazo de Juli al que Fabricio respondía con una gran parada. En el 11 llegaba el primer gol del encuentro. Juan Domínguez botaba una falta hacia una embarullada área amarilla para marcar con un disparo flojo. Ningún jugador consiguió tocar la pelota, tampoco el arquero. Aunque las cosas se ponían perfectas, el Alcorcón tardaba una jugada y media en empatar. Lo hacía en el minuto 13, después de un balón bombeado desde la línea de fondo que volaba sobre la frontal. Le caía que ni pintado a Ángel Sánchez para marcar con un verdadero misil.
Con la ventaja deportivista neutralizada el Alcorcón fue mejor. Su pareja de mediocentros, la presión en las bandas y el buen posicionamiento ahogaron el juego blanquiazul. No obstante, el equipo alfarero no llegaba a la meta del Depor. De hecho, el que pudo marcar de nuevo superada la media hora de partido fue Juan Domínguez, con un disparo desde la frontal del área al que llegó el portero local.
Pero el equipo coruñés no carburaba. Con la defensa y la media cargándose de tarjetas y el centro del campo sin crear juego, Vázquez no esperó al descanso para cambiar, en el minuto 38, a defensa de tres. El equipo llegó al descanso con Lopo en la zaga y preparando la segunda parte, de la que se esperaba mucho más.
Si el primer periodo fue igualado en cuanto a ocasiones, la segunda mitad fue para el Depor. Aunque comenzó con un fallo en defensa, los blanquiazules empezaron a combinar mejor.
En el 53 Marchena rozaba el gol, de cabeza. El partido entraba en una nueva fase, de dominio herculino. No obstante la retaguardia amarilla también ganaba sus batallas. Las defensas se imponían a las delanteras. Con más cambios por parte de los entrenadores el partido se abrió un poco. En el 72 Toché recibía un balón enviado desde la media por Álex Bergantiños y él solito se inventaba una clara ocasión de marcar. Controlaba con el pecho y pegado al palo, casi sin ángulo, hacía que el meta local tuviera que lucirse para desviar a córner.
En el 74 Fabri salía de puños al más puro estilo Mazinger Z para despejar un centro por la banda. Era lo máximo que proponía el Alcorcón. Luisinho intentaba la acción personal con un disparo que se marchaba alto en el 78 y Toché pedía penalti por manos en el área dos minutos después.
Con pocas ocasiones el Depor jugaba en campo rival, pero los minutos pasaban y el gol no llegaba. Vázquez dio entrada a Rabello y jugó en punta con Antonio Núñez. El equipo manejaba el balón y el Alcorcón esperaba. En el 90, a la salida de un  córner, Lopo cabeceaba en el segundo palo para marcar el gol de la victoria, que hacía justicia a los méritos del equipo coruñés, sobre todo en la segunda parte.
Fue un partido malo, soso, trabado, impreciso, en un campo árido y seco, en el que lo que al final contaba era ganar y hubo de sufrir el equipo para conseguirlo. Objetivo cumplido. Que pase el siguiente.