Un Depor en horas bajas

El Deportivo comenzó ayer la semana con un regusto agridulce todavía por la derrota sufrida en el derbi. Ésta dejó un poso negativo en la moral de los futbolistas y se vieron caras largas en el entrenamiento matinal.
Gaizka Garitano afronta su primera ‘crisis’ de la temporada. Además de por el juego, aunque los blanquiazules hayan sido capaces de cuajar buenos partidos, también por los últimos resultados cosechados. No solo fueron por las derrotas, sino también por los goles sufridos en contra. Cuatro le endosó el Barcelona al Deportivo en el Camp Nou (4-0), los mismos que le marcó el Celta en Balaídos (4-1).
Pese a que ante el conjunto azulgrana era previsible padecer un marcador adverso, todas las esperanzas estaban puestas en el derbi. Un encuentro que daría la oportunidad al equipo de coger impulso en la clasificación y motivación de cara a los siguientes compromisos ligueros.
La derrota, más abultada de lo que se reflejó en el campo, siembra, no obstante, en un mar de dudas al Depor. Los jugadores reconocen que el segundo tanto desordenó al equipo, hasta ese momento bien plantado, tras  un primer cuarto de hora dubitativo. Al Deportivo se le vio menos ordenado que en otras contiendas y se notó la ausencia de un jugador creativo, como Çolak, cuando los blanquiazules trataron de dar un paso al frente en ataque. Garitano apostó por Bruno y Fayçal en las alas, pero la jugada no funcionó en Balaídos.
Después de un varapalo semejante, los equipos desean que llegue cuanto antes el siguiente encuentro que haga olvidar el anterior. Pero el ‘caprichoso’ calendario ha querido que el Deportivo tenga que esperar una semana para volver a jugar.
Será el próximo lunes ante el Valencia, en el que estrenarán el nuevo césped de Riazor. Un encuentro para tratar de brindarle una alegría a su afición, que solo ha podido celebrar dos triunfos en lo que llevamos de campaña. No parece, a priori, el rival más asequible para volver a la senda del triunfo, pero los blanquiazules necesitan dar un golpe de timón y enderezar el rumbo para dejar atrás esta ‘crisis’.