El Depor se esconde

El Depor se esconde

El Celta pescó en río revuelto y se llevó el derbi de Riazor interpretando mejor el encuentro. Ante el descanso que atisba en el horizonte en un fin de semana sin fútbol, ya que hay parón por las selecciones nacionales, Berizzo mantuvo a sus hombres más importantes en el once inicial. Mel apostó por un férreo medio del campo, con Joselu en el ataque, y sin Çolak o Andone en el equipo de salida. 
El asunto, al menos a nivel de resultado, funcionó en cuanto a contener al Celta. En un encuentro que respondió a la perfección a lo que es un derbi, los deportivistas anularon al cuadro vigués, pero también se anularon a ellos mismos en acciones ofensivas.
A la media hora de partido ambos contendientes solo habían disparado en una ocasión –cada uno– sobre la meta rival, y encima por fuera. El bagaje indica que el choque se desenvolvía por el medio del campo, con muchas imprecisiones, por momentos con la pelota por las nubes una y otra vez, en un envite en el que el fútbol brillaba por su ausencia.
Los herculinos pisaron más el área olívica a medida que los minutos iban cayendo en el crono del primer periodo, de hecho, acabaron incluso mejor que el rival en cuanto presencia en el campo, pero fue imposible romper el 0-0. Las dos escuadras se respetaban y cerraban a cal y canto sus defensas dejando el ataque para momentos puntuales, el Celta en jugadas de Aspas o Wass y el Depor a balón parado.
Una de las claves del choque estuvo en el arranque de la segunda parte. Todo podría haber cambiado si el Depor hubiera aprovechado un error defensivo de la zaga sureña, pero Borges mandaba la pelota desviada y Bruno Gama no conseguía atinar con el rechace.
El plan parecía funcionar en cuanto que el marcador no se había movido. Así las cosas, calentaban ya en la banda Andone, Çolak, Gil o Kakuta. Lo previsible era que las fuerzas ofensivas se equilibrasen con la entrada paulatina de estos jugadores, pero el partido se había convertido en un correcalles en el que cualquiera de los dos contendientes podía cometer un error.
Lo intentaron Juanfran y  el recién entrado Carles Gil en dos acciones de ataque sin problemas para Sergio Álvarez, respondiendo de esta manera a un zapatazo alto de Daniel Wass. Se cumplía el minuto 70 con la acción del valenciano y se antojaba un final sin dueño, en el que el equipo que se equivocase lo pagaría muy caro, con la derrota. Y ese fue el Deportivo.
En el 73 de partido Iago Aspas conseguía rematar un balón servido desde el costado al que no llegaba Albentosa. Lux tocaaba con el pie pero no lo suficiente. Error de la zaga, desde permitir el centro hasta el despeje que nunca llegó. El de Moaña no fallaba y, para escarnio local, celebraba el tanto a pocos metros de la grada de general. Era la sentencia a falta de poco mas de un cuarto de hora para el final.
Lo intentaron los coruñeses, a base de corazón y de ‘arreones’ pero no dieron el fruto deseado por la escasa nitidez con la que el partido se desarrollaba. Era complicado dar más de tres pases seguidos, y aun así, el Depor seguía peleando para conseguir la igualada.
Pudo llegar con un cabezazo de Bergantiños en el 86 que no vio puerta. La falta de acierto en el área contraria acompañó a los deportivistas durante todo el encuentro y un error en la propia dio los tres puntos a los celestes, que esta temporada han ganado los seis que ha disputado contra el RC Deportivo.
Será hasta el próximo año, cuando se vuelvan a ver las caras los equipos que galvanizan Galicia, después de un derbi que el Depor tratará de olvidar cuanto antes para seguir en su lucha.

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