La décima pasa, en gran parte, por mejorar atrás

La décima pasa, en gran parte, por mejorar atrás
Los de Tito Díaz tienen ganas de enmendar el tropiezo en Riazor ante el Prat patricia g. fraga



Después del inesperado tropiezo en casa de la pasada jornada ante el CB Prat, el Basquet Coruña visita al Castelló con la intención de retomar el camino triunfal, una meta para la que, entre otras cosas, necesita mejorar defensivamente.
Los números hablan por sí solos: en los seis primeros partidos, salvo en la única derrota en este tramo inicial (86-73 en Palma, en la tercera jornada), los pupilos de Tito Díaz encajaron menos de 80 puntos, con tres –Marín, Barcelona y Araberri– por debajo de los 70. Pero a partir de ahí, ocho encuentros sin bajar de los 80 tantos en contra, con el pico de 97 el pasado sábado.
Una cifra y una derrota en las que pudo influir los tres compromisos (Oviedo, Breogán y Prat) disputados en siete días, aunque, cansancio al margen, la laxitud defensiva viene de antes.
El Castelló no es un equipo especialmente anotador. Con 76,3 puntos por partido ocupa la 13ª posición del ránking liguero, aunque su defensa (78,0) es bastante buena. Su mayor virtud es el rebote ofensivo, faceta en que, con 9,8 capturas, está en la zona media-alta de la tabla, mientras que el cuadro herculino flojea mucho en este apartado: sus 7,1 rechaces en aro rival le convierten en el segundo peor de la LEB Oro, solo ‘superado’ por el Marín Peixegalego.
La escasa diferencia entre puntos anotados y recibidos, de tan solo -1,7, habla de un equipo al que tal vez la suerte no le haya sonreído en algunos partidos, lo que hace que su marca de 5-9, la inversa de la de la ‘marea naranja’, puede considerarse bastante engañosa. Una diferencia que en el Basquet Coruña también es corta (+3.6), fundamentalmente por culpa de las últimas nueve jornadas.
El equipo de Toni Ten se mueve al ritmo que marca Borja Arévalo (10,6 puntos, 6,5 rebotes, 3,1 asistencias y sexto más valorado de la Liga). El riojano tendrá enfrente a otro de los mejores bases de la competición, un Zach Monaghan que ha tenido una semana para recuperarse del golpe en una costilla que le impidió jugar en Oviedo y hacerlo mermado ante el Breogán.
Arévalo tiene como principal escudero al ala-pívot Kyle Copper, que promedia 9.0 tantos y 4.1 rechaces, además de un excelente 48.7% de acierto (19 de 39) en triples. Completan el cinco titular el solvente escolta Chema González (7,2 puntos), el alero Sergio Rodríguez (7,5) y Maodo Nguirane (9,9 y 6,4 rebotes), un ‘cinco’ muy atlético que podría poner en problemas a un Sergio Olmos más estilista.
Desde el banquillo los principales peligros son el tirador Edu Durán (9,1 tantos) y el ‘4’ Fede Ucles (8,0 y 3,4 capturas), el curso pasado en el Breogán.
Aunque el rival de esta tarde noche no es fácil –ninguno en esta Liga lo es–, el Coruña tiene más argumentos para volver de tierras levantinas con su décima victoria del curso y seguir habitando en la zona (más) noble de la tabla. .

La décima pasa, en gran parte, por mejorar atrás

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