A dar el salto en Riazor

A dar el salto en Riazor
la previa

Del santísimo domingo pasado, que se saldó con victoria, pasamos a un nuevo envite dominical, en este caso en Riazor, donde el Depor se va a jugar el ascenso de aquí a final de temporada con siete encuentros fundamentales para mantenerse en lo alto de la tabla. Está llegando la hora de la verdad, a la que comparecen los que, cuando se juegan las ligas, a falta de un tercio, han llegado con fuerza y buena situación clasificatoria. Nada está hecho. Dos malos resultados te descabalgan y te hacen ver a los perseguidores desde atrás, pero el Depor sale hoy en una especie de ‘pole position’ hacia la carrera que será la Liga en los últimos tres meses de competición.

Con muchos argumentos que invitan al optimismo, dudas razonables e ilusión, comparecen los de Fernando Vázquez en Riazor, donde espera su público, ansioso de una victoria tras el empate ante el Sporting en el último choque en casa. El equipo coruñés es uno de los más versátiles de la Liga aunque desde la lejanía parece que sólo se escuche la frase de De Lucas. Juegan ‘no bonito’; ganan casi siempre. Es cierto que ha habido partidos más sosos que otros para el espectador, pero nadie podrá poner en tela de juicio el esfuerzo del equipo desde la primera jornada. El sudor y el trabajo han sido siempre compañeros de viaje del Depor en este curso. Posiblemente sea la diferencia con otras plantillas que no están dando el resultado de la blanquiazul.
Al deportivismo le gustaría que hoy  el equipo le metiese tres a su oponente antes de salir del vestuario. La realidad es otra, marcar un gol cuesta un potosí, dos parece obra milagreira, tres cosa de meigas y cuatro un antroido. Esta Segunda ha acuñado sus propios tópicos; el de la igualdad; la pérdida de talento con respecto a otras temporadas; que no haya ‘megaequipos’ como la plantilla del Depor del último ascenso... Repasando, por ejemplo, el plantel del Hércules, nos encontramos a Portillo, Héctor Font, Pamarot, Ortiz, Héctor Yuste, al citado De Lucas... Que este equipo, el Mallorca o el Zaragoza no estén más cerca de Deportivo, Sporting y Recreativo parece más propio de la competición, del desarrollo de la propia Liga hasta llegar a esta jornada, que de la composición de su plantilla.
Hay, por tanto, otra lectura. Estas escuadras están capacitadas para enlazar una racha de resultados positivos y situarse en condiciones de pelear por la cabeza de la tabla. Es de imaginar que los herculanos no han renunciado a una plaza, al menos, de promoción y venderán caro el perder en Riazor.
El Deportivo saldrá a lo suyo. No tiene que pensar en otra cosa que no sea el mantener la intensidad, la concentración y el pundonor hasta el final. Si algo tiene este equipo es todo esto, son las señas de identidad que han llevado a los de Vázquez a estar entre los elegidos, los que imponen solo con el nombre.
Sea con tres centrales, con cuatro defensas, un punta o punta y medio, que diría Azkargorta, se trata de que el equipo siga funcionando como tal, que los nuevos sigan acoplándose y que la pelota entre. Mirando los datos de los últimos enfrentamientos nos encontramos con que el Deportivo ha disparado más a portería que sus rivales, que ha buscado las victorias, los partidos. Hoy se espera un ataque más claro, que elija bien la forma de acabar las jugadas. Toché, Salomao, Juan Domínguez, Rabello, Núñez... Hay jugadores con una calidad superior a la categoría que ha de quedar plasmada, máxime cuando el rival, al menos sobre el papel, está dotado de efectivos que posiblemente no sean tan excesivos en sus marcas y ‘dejen jugar’. Es una suposición . El Sporting es un equipazo y llegó a Riazor con perros de presa en el medio del campo, el Alcorcón puso dos gladiadores encima de los mediocentros, el Murcia se empleó a fondo en esa parcela, la sala de máquinas herculina. Vázquez tuvo solución a los problemas, pero sólo ganó un partido y empató otro, cuatro puntos sobre la bocina. De todo ello ha tomado nota el entrenador.
A veces, cuando en la previa del partido ojeamos el potencial de las plantillas nos decimos ‘partido bonito, habrá fútbol’ y luego nos encontramos con un bodrio que sacaría los colores a algunos si ven un encuentro ‘medio’ de Segunda B. Esta categoría es así, muy predecible a la larga, impredecible cada jornada, por eso en Riazor, donde se juegan siete finales, no se puede fallar. La primera es hoy. Herculinos vs Herculanos. Que la Torre dé fuerzas a los primeros. n

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