11º-16º
lunes | 6 mayo | 2024
El Basquet Coruña debuta esta noche ante su afición con la obligación de hacerse con su primera vitoria del curso y, a ser posible, mejorando la imagen de la pasada semana en Azpeitia, donde perdió por la mínima (72-71) ante el novato Iraurgi, un equipo sobre el papel inferior.
Su rival de hoy, el Araberri, empezó al revés: venció (82-74) a un muy bien reforzado Castelló. Una sorpresa, habida cuenta las dificultades que el equipo vasco tuvo para poder salir con garantías en la LEB Oro, después de que la FEB le excluyese, para luego readmitirle tras el regreso, vía administrativa, del Real Betis a la Liga ACB.
Dificultades que se plasman en un hecho concreto: anunciar su primer fichaje una semana después de que el conjunto que dirige Gustavo Aranzana iniciase una pretemporada que para el Araberri contó con solo un par de partidos.
Un rival ‘de casa’
Al frente del primer visitante de Riazor está un hombre de la casa naranja, el ferrolano Antonio Pérez Caínzos, que el pasado curso cerró tres seguidos dirigiendo al CB Clavijo, después de siete consecutivos al timón del Coruña. La estadística no le es favorable en su tierra, donde solo ha ganado en una de sus cuatro visitas. Fue la pasada campaña, por 62-71, cuando su equipo estaba al borde del descenso y el de Tito Díaz instalado en la séptima plaza. El balance total es de 2-6.
Historia al margen, el presente dice que el Araberri se basó en su cinco titular para doblegar al Castelló. Entre Alec Wintering (13 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias), Jamal Edwards (19-3-2), Fede Uclés (14-9-2), el recién fichado Jhonatan Araújo (9-5-1) y Johnny Dee (16, 4 y 3 robos) lograron 74 de los 87 puntos de valoración del equipo. De los cuatro jugadores de banquillo, tan solo Leo Cizmic (8-8-2) aportó algo sólido.
Pero también dice que Jorge Sanz (19 tantos, 5 rechaces, 8 pases de canasta y 3 robos) firmó la mitad menos uno de los 70 de valoración del BC en Azpeitia. Aunque todos los jugadores de Gustavo Aranzana anotaron al menos dos puntos, el juego no fue, ni de lejos, el que se puede esperar de un teórico aspirante a los puestos altos de la tabla. Ni la precariedad física de Sergio Olmos, cuya participación se limitó a cinco minutos y medio, sirve como excusa.
Poderío interior
Con el ‘center’ alicantino ya recuperado, entre él, Edu Hernández-Sonseca, Jesse Chuku y Dmitry Flis deben hacer valer su superioridad ante un rival que flojea en la pintura, por cantidad y por calidad. Una de las claves, junto con la defensa exterior, el control del rebote y marcar el tempo del partido, para lograr un triunfo que evite nervios prematuros.
Así pues, el Basquet Coruña necesita del apoyo de su afición en un encuentro en cuyo descanso las Cheerladies –el grupo mixto de animadoras de la ‘marea naranja’– ejecutarán un nuevo baile con jóvenes de colectivos en riesgo de exclusión social.
