Con un tiempo basta

Con un tiempo basta
Borja Valle es derribado por uno de los defensas zaragozanos | quintana

El Depor volvió a la senda de la victoria en casa merced a una primera parte en la que anotó tres goles y puso distancia en el marcador.


No obstante fue el Zaragoza el que empezó sin complejos y disparó alto a los dos minutos por medio de Lasure, lo que provocó la primera bronca de Natxo a los suyos. Repitió jugada de ataque Álvaro Vázquez (aquel delantero que no quiso venir al Depor hace dos años) pero se encontró muy atento a Dani Giménez. Pocos segundos después, incluso, el equipo maño pedía penalti por un derribo en el área blanquiazul. 


A los siete, el cuadro deportivista se adelantaba en el marcador por medio de Borja Valle. El Zaragoza defendía una falta por delante de su frontal, muy lejos de la línea de gol. En lugar de colgar la pelota, Pedro Sánchez ‘raseaba’ el esférico para que Borja Valle cayese por un lateral marcando cruzado. El trabajo de Abegondo daba sus frutos.


Poco duraba la alegría a los coruñeses. En el minuto doce el cuadro maño empataba por mediación de un penalti señalado por manos de Vicente y anotado por Javi Ros. El choque arrancaba con dos goles antes del primer cuarto de hora, equilibrio y alternativas.


Se igualaron las fuerzas, el campo, las jugadas y ambos conjuntos intentaron no cometer errores. A los 22 minutos trazó una buena acción el conjunto blanquiazul pero no encontró un remate claro a centro de Edu Expósito desde la línea de fondo.


Poco a poco el Deportivo se iba quitando el dominio visitante, con más posesión, con más manejo de pelota, acercándose a la portería del cuadro zaragozano.


A la media hora, Duarte cabeceaba un balón servido por Pedro Sánchez, desde un costado, a saque de una falta, y anotaba el 2-1. Como en el primer tanto, el cuadro aragonés pedía fuera de juego pero el colegiado no lo entendía así y el gol subía al marcador.


Ninguno de los dos equipos bajó la intensidad, de hecho, el enfrentamiento comenzó a tomar una dirección de dureza por parte del cuadro visitante. Falta a falta, eso sí, en zonas de medio campo, los de Alcaraz frenaban al Deportivo en sus intenciones de atacar con celeridad.


Pero los de Natxo seguían llevando el peso del encuentro, intentando aportar todo el criterio posible al juego, saliendo con la pelota desde atrás, con los propios centrales ayudando en esa tarea, en definitiva, dando un paso adelante en el envite. El Zaragoza defendía e intentaba contragolpear, pero el Depor se acercaba con más peligro cada vez.


En una nueva acción ofensiva, cuando Edu Expósito intentaba un remate en el corazón del área, era derribado por Lasure, señalando penalti el colegiado y colocando el 3-1 en el marcador un segurísimo Quique González. Con este resultado se llegaba al descanso. Tres disparos entre los tres palos del Depor, tres goles. Mejor, imposible.


El Zaragoza compareció con cambio en la portería en la reanudación del choque dando entrada Lucas Alcaraz a Álvaro Ratón. Natxo esperó para hacer sus modificaciones.


Tras los primeros compases, Marc Gual ensayaba un disparo que se marchaba a las nubes. Corría el 51 de partido.  El entrenador visitante volvió a mover el banquillo, dando entrada a James en lugar del amonestado Lasure. En el 60’, con la entrada de Pombo, agotaba los cambios en una apuesta sin retorno.

Intensidad sin fútbol

El Deportivo, contrariamente a lo sucedido ante el Numancia, no bajó el pie del acelerador, pero tampoco fue capaz de trenzar jugadas de ataque. Asumió la dirección de un juego bastante soso pero, a fin de cuentas, vencía por 3-1. Riazor, no obstante, pedía un poco más a los suyos.


Entendiendo la petición del respetable, a los 67 Eneko Bóveda centró desde la línea de fondo sobre Borja, que no fue capaz de rematar y, en la siguiente acción, el berciano disparó alto sobre la meta zaragozana. Fueron las juagdas más claras, únicas, de la segunda parte hasta ese momento.
Entre imprecisión e imprecisión, de los dos equipos, el partido fue masticando los minutos, con una digestión pesada por el poco fútbol, algo que intentó cambiar el entrenador local con sus cambios de cara al tramo final del encuentro. En el 81’, era Gual el que disparaba sobre la meta de Dani Giménez, que detenía el trallazo, aunque se le escapaba el esférico, completando la zaga la acción defensiva. En el 86’ lo intentaba otra vez el equipo aragonés, pero la retaguardia herculina estaba atenta para dejar morir, poco a poco, el envite. Lo hizo con un disparo de Carles Gil en el 90’.


El Zaragoza acabó jugando con diez por lesión de Benito, sin cambios posibles, y el Depor se acomodó para certificar la victoria, la segunda plaza –de ascenso directo– y mejores sensaciones para visitar al Cádiz en Carranza.

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