Cien veces rosa

El Giro de Italia descubrió ayer la edición número 100. Será una fiesta para todo el país e incluye la salida en Cerdeña –tierra de Aru–, el paso por Sicilia –territorio Nibali– y el colofón en los Alpes antes de terminar en Milán con la segunda contrarreloj individual del recorrido. Seis finales en alto, homenajes a varias leyendas del ciclismo italiano y el esperado duelo entre Nibali y Aru aseguran un espectáculo vibrante desde el 5 al 28 de mayo del próximo año. 
La carrera partirá por primera vez en su historia desde la isla de Cerdeña. Tres etapas para seducir a Aru antes del primer descanso y dos en Sicilia, con el volcán Etna de testigo, para enamorar a Nibali, que en la quinta jornada pedaleará por las calles de su Messina natal.
En el afán de los organizadores por recorrer todas las regiones posibles del país, el trazado discurrirá del sur al norte con varios puntos calientes en el calendario. Después de ingresar en la bota por Reggio Calabria, el primer fin de semana se cierra con la subida del Blockhaus, segundo final en alto y ausente en el Giro desde 2009.
Un día después y tras la segunda jornada de descanso aguarda la crono larga. Nada que ver con el Tour y sus ridículos 23km, la ‘Corsa Rosa’ propone un recorrido de 39km quebrado entre los viñedos del vino Sagrantino. En la 12ª etapa se rendirá homenaje a Gino Bartali con la salida de Ponte a Ema (barrio de Florencia donde nació ‘il Ginettaccio’) y el final en Bagno di Romana tras 161km con cuatro puertos. En Oropa se recordará a Marco Pantani y su remontada en el Giro del 99.
Como acostumbra, los Alpes y sus hermanos los Dolomitas acogen la traca final. En rojo está marcad la etapa entre Rovetta y Bormio, situada estratégicamente después del último descanso, y que incluye las subidas al Mortirolo –por una vertiente que no se asciende desde el 90–, Stelvio y Umbrail Pass (Suiza).
Los ‘montes pelados’ acogen dos etapas muy diferentes, la primera con llegada tendida a Canazei y la segunda, el ‘tappone’ con cinco puertos condensados en solo 137km. Piancavallo y Asiago, tras superar el mítico Monte Grappa, cerrarán el empacho de alta montaña. Y por si hay algo que decidir, a Milán no se llegará de paseo, sino en una crono agónica.

Cien veces rosa

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