La campeona asusta

Así, facilito y prácticamente sin despeinarse, España se convirtió anoche en la tercera selección en plantarse en los octavos de final de la Eurocopa de Francia, tras la anfitriona e Italia. 
33 minutos aguantó el muro turco, más por la falta de claridad de ‘La Roja’ que por mérito de los otomanos.
La campeona de Europa dominó el esférico desde el primer minuto y el triunfo parecía cuestión de tiempo. Pero había una mínima preocupación y era constatar que los pupilos de Vicente del Bosque no salieron igual de enchufados y concentrados que ante la República Checa.
Dos despistes defensivos de Ramos y Piqué costaron sendas contras de una Turquía agazapada, esperando su momento. El primero le costó la tarjeta amarilla al de Camas en la que fue la primera falta del encuentro, en el minuto 1. Y el fallo del catalán dio origen a un susto que resolvió un inmenso Sergio Busquets, el hombre que aporta equilibrio a la selección española.
El combinado nacional tenía el balón, pero su juego era previsible y lento, lo que provocaba que apenas llegaba con peligro al arco de Babacan, salvo alguna internada por banda de Alba y Juanfran, que sorprendieron a la zaga otomana y permitieron a la campeona avisar con dos disparos de Morata, uno de Nolito y un cabezazo de Piqué.
Cuando más cómoda se empezaba a sentir Turquía encerrada atrás y más dudas empezaba a generar el ataque español, una jugada de tiralíneas de ‘La Roja’ hizo añicos la resistencia rival.
Tras una pared entre Alba y Nolito, el gaditano templó un balón medido al centro del área que Morata prolongó de cabeza al fondo de la portería.
Y se acabó la historia, porque a Turquía le entraron los sudores fríos y se desmoronó igual que un castillo de naipes.
Dos minutos más tarde, Cesc picó un balón al área otomana, Topal erró estrepitosamente al intentar despejarlo y el esférico le cayó a Nolito, que no desperdició el regalo. España se convertía en la primera selección de la Eurocopa de Francia en marcar dos tantos en los primeros 45 minutos.
El 2-0 despertó el instinto asesino de la campeona, que olió la sangre de su adversario y se lanzó en tromba hacia la meta contraria en el tramo final del primer periodo, lo que le permitió disponer de un par de ocasiones más para aumentar el marcador antes del descanso.

la hora del 'mago'
El arranque de la segunda parte dio paso al ‘show’ de Andrés Iniesta, el ‘mago’ de la selección española, el jugador por el que pasa todo el juego de ataque de ‘La Roja’, capaz de inventar fútbol de la nada y al que incomprensiblemente la UEFA dejó fuera del once de la primera jornada del campeonato.
Tan solo habían transcurrido dos minutos de la segunda mitad, cuando el genio de Fuentealbilla sirvió un pase de fantasía a Jordi Alba, que le regaló el 3-0 a Morata.
Segundo tanto del delantero madrileño, tan necesario para él como para el futuro de la selección, después de los enormes problemas para ver puerta que ha tenido desde la marcha de David Villa.
En el 49, Iniesta se sacó de la chistera un nuevo centro para enmarcar, pero en esta ocasión, Morata no estuvo atinado.
España se gustaba y Turquía parecía desear que la tortura llegara a su fin cuanto antes.
Y a punto estuvieron los otomanos de sufrir un nuevo revés en el minuto 59, tras un remate de Silva que Babacan envió a córner.
Y en ese saque de esquina, el balón le llegó a Iniesta, que de nuevo metió un pase fantástico a Silva, quien chutó fuera.
Del Bosque aprovechó la última media hora para dar descanso a tres jugadores importantes y hacer debutar en esta Eurocopa a Bruno y Azpilicueta.