Un autobús de aficionados del Oporto fue apedreado en las inmediaciones del Playa Club antes del comienzo del encuentro.
Al menos cinco lunas del vehículo que trasladó a los seguidores del conjunto luso recibieron impactos y fueron destrozadas y, afortunadamente no se produjeron heridos de consideración, aunque algunos seguidores lusos sufrieron cortes y se mostraban asustados por la violencia del ataque.
Según testigos presenciales, la agresión fue protagonizada por medio centenar de jóvenes que estaban esperando la llegada del autocar y, sin que hubiera provocación por parte de los hinchas portugueses, comenzaron a arrojar piedras y otros objetos contra el autocar para, acto seguido, salir huyendo de la zona.