Bergantiños: “Quiero jugar, pero tocará sufrir en la grada”

Bergantiños: “Quiero jugar, pero tocará sufrir en la grada”
El betanceiro Dani Rodríguez fue el primero en atender a Bergantiños | quintana

Riazor no contuvo la respiración antes de que el esférico botado por Fede Cartabia se colase por la portería de Reina, ni cuando Trujillo Suárez, tras consultarlo con su asistente, señaló como gol la chilena de Quique. El estadio herculino se quedó sin aire cuando Bergantiños, el capitán blanquiazul, yació tendido sobre el campo tras un choque fortuito con Pedraza, que lloraba desconsolado en los brazos de Martí. Nervios, angustia y finalmente el de la Sagrada, consciente ya, era retirado en camilla.

Mientras sus compañeros iniciaban la segunda parte del duelo de playoff ante el Málaga, el mediocentro coruñés era operado en el HM Modelo para reconstruirle el labio inferior. 70 puntos de sutura que mostraba ayer en una foto que compartía el propio Álex. Recibía el alta ayer por la mañana, atendía a los medios a su salida, y aunque su idea habría sido jugar en Son Moix, lamentaba que no iba a ser posible.

“Lógicamente quiero jugar, pero va a estar difícil, porque la inflamación que tengo es muy grande y es complicado poder estar (listo) en tan poco tiempo. Si fuera unos días después (el choque), seguramente (jugaría), pero así va a estar complicado y tocará sufrir con los compañeros en la grada”, comentó.

Agradecido
El capitán herculino quiso dar las gracias a todas las personas que se habían interesado por su situación: “Agradecer las muestras de cariño que he recibido de todo el mundo, que me han enviado al móvil muchísima gente, y que estén tranquilos. Estoy bien y es cuestión de que cicatrice y cure la herida y a ver si el domingo podemos celebrar entre todos”, indicó durante su improvisada comparecencia al abandonar el centro médico. “Por suerte es el labio el que ha sufrido el impacto y no hay nada afectado de la mandíbula, ni dientes, ni nada. Es más el susto y la incomodidad ahora para poder hablar y comer unos días, pero por lo demás, todo bien”, explicó el capitán, aliviado de que al final todo se acabase quedando en mucho menos de lo que parecía en los primeros instantes en el campo y en la grada. Precisamente, en el momento de ese lance de juego, la Cruz Roja tuvo que atender a algunos aficionados a los que les podían los nervios. Bergantiños reveló, además, que Pedraza acudió al hospital a verle: “Vino Pedraza con Xisco (Campos), con el que jugué en el Nàstic, y Vicente Moreno, que fue compañero mío también, al lado de ellos. Vino a animarme y yo también transmitirle tranquilidad a él, porque le comentaba que me pasó algo parecido a mí con Fernando Torres hace unos años y son cosas del fútbol. Tenemos la mala suerte del balón dividido, resbalar los dos a la vez, a él le pilla con la pierna por delante y me impacta en la cara. Que esté tranquilo, son cosas que pasan en la profesión”, aclaró.

Otro choque fortuito
Hace un par de años ya, pero Bergantiños no olvida el choque entre cabezas por un balón que protagonizó con Fernando Torres y que acabó con el rojiblanco tendido e incosciente sobre el verde de Riazor. Fue en la temporada 2016-17, en la jornada 25. Los blanquiazules, en el primer partido de Pepe Mel como técnico deportivista, tras el cese de Gaizka Garitano, se habían adelantado por medio de Andone.

Bergantiños, en una disputa por un balón aéreo con Torres, chocaba con él y este caía al suelo desplomado. Era atendido al momento por Vrsaljko y, tras instantes de angustia, finalmente salía en camilla rumbo al mismo centro hospitalario, tras sufrir un traumatismo craneoencefálico. Por fortuna, el TAC al que fue sometido revelaba que no sufría ningún tipo de lesión a mayores.

Reacción contrapuesta
Una de las imágenes de ese instante del partido fue la reacción desmesurada del Cholo Simeone, que se fue directo al cuarto árbitro pidiendo la amarilla paras Bergantiños.
Una forma de proceder que dista mucho de la exhibida por José Luis Martí, que no dudó en animar a un Pedraza desconsolado ante la situación. “Cuando vi la reacción de Marc, prácticamente desolado e ido por lo que había visto, percibí algo importante y que él es un jugador muy noble”, aclaró.


El Deportivo había recuperado el balón tras ese choque fortuito y ya pisaba campo del Mallorca en busca de un ataque prometedor cuando los propios jugadores que estaban más cerca de Bergantiños avisaban de que se parase el juego. Tras se atendido por el doctor Lariño en un primer momento, Bergantiños, al que Expósito le agarraba la mano al despedirse de él, abandonaba el campo.

Visita del Consejo
Después de ser intervenido el día del partido, Bergantiños tenía que pasar la noche en observación.


Estaban con él, además de su familia, Carmelo del Pozo, el presidente Paco Zas y el consejero Jesús Chapela.


Este último, atendía a los medios tras haber visitado al mediocentro, y explicaba que finalmente no tenía afectado ni la mandíbula ni los dientes, por lo que era una contusión menos grave de lo que parecía en los primeros instantes de la acción fortuita.


Por su parte, Zas desvelaba, además, que el jugador había bromeado con el cirujano que le iba a operar si podría jugar mañana en Son Moix. No podrá ser y el capitán tendrá que mandar su aliento y fuerza desde la grada.

Bergantiños: “Quiero jugar, pero tocará sufrir en la grada”

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