Benzema otorga el pase a octavos sin la brillantez de las últimas citas

Benzema otorga el pase a octavos sin la brillantez de las últimas citas
Bale, ante Kolo Touré, regresó ayer después de superar una lesión efe

Un gol de Karim Benzema, que prolongó su excelencia, bastó para sellar la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones del Real Madrid, desprovisto, sin embargo, de la brillantez de la que ha alardeado en los últimos compromisos.
La duodécima victoria consecutiva del conjunto de Carlo Ancelotti, cuarta en Europa, fue sufrida. Más de lo esperado. Ante un Liverpool menor. Cargado de suplentes. No hubo récord de Cristiano Ronaldo. Obsesivo por el gol para dar caza a Raúl González, ofreció un partido gris y sigue a orillas del registro.
La vuelta a la convocatoria del galés Gareth Bale no alteró en exceso el once de Carlo Ancelotti, que recurrió al clásico en los últimos encuentros con la presencia de Raphael Varane por Pepe y de Álvaro Arbeloa en lugar del lesionado Dani Carvajal. Un cambio, este, obligado para el preparador que aplazó la discusión sobre la inclusión de Bale para próximos encuentros. Ha estado un mes fuera el exjugador del Tottenham. Un inicio en el banco tras su regreso está más que justificado. El debate llegará después.
El Liverpool no disparó a Iker Casillas hasta el minuto 55. Con un tiro lejano y centrado. El capitán cumplió su partido 144 sin sobresaltos.
Resistió veintisiete minutos el Liverpool. Simon Mignolet ya había desbaratado dos ocasiones tempranas, de James Rodríguez y Cristiano Ronaldo, consecuencia de una salida en tromba del cuadro de Ancelotti. Pendiente del récord anotador del portugués y apresurado en exceso para resolver el choque.
Mandó y tuvo el balón de forma abrumadora pero sin peligro desde entonces, hasta que una acción gestada por Isco y continuada por Marcelo fue aprovechada por Benzema para el 1-0.
Sumó su quinto tanto en la Liga de Campeones el galo, en su mejor momento. Implicado y siempre en el momento justo y el lugar oportuno.
Bale saltó al campo a la hora de partido. El colombiano James fue el sustituido. Entonces el choque se había enrarecido. Perdió el control. El Liverpool adelantó la presión y el Real Madrid se sintió menos cómodo. Cristiano, obcecado con la marca histórica de Raúl se desenganchó del juego. Presa de la obsesión. n

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