Hace 358 días el Basquet Coruña caía en Riazor ante el Huesca. Una dolorosa derrota por 72-76, fraguada en un terrible cuarto final (17-33).
Era la séptima en las primeras ocho jornadas. El peor inicio de temporada de la historia del club. Dicen que la vida siempre concede una segunda oportunidad, y por ello los pupilos de Tito Díaz la tienen para dar una vuelta completa a los albores de un curso precedente cuyo drámatico arranque no hacía prever un desenlace tan hermoso.
La ‘marea naranja’ llega a la cita con el Miraflores Burgos con un marca de 6-1, el segundo mejor inicio de su existencia, tras el 5-0 de la 12/13; o, lo que es lo mismo, a 40 minutos del mejor. Lo hace en una posición de privilegio, a solo 4 puntos de basketaverage (ese horrible minuto y medio final en Logroño, ya con el partido más que finiquitado...) de liderar la tabla, creciendo partido a partido, tanto en lo colectivo como a nivel individual de los más rezagados, y certificando que no depende de un jugador ni de dos para sacar los compromisos adelante: cuatro (Peña, Lucas, Creus y Olmos) se han repartido la mejor valoración del equipo en estas siete jornadas. Unos datos (casi) inmejorables. Pero que nadie piense que va a ser fácil.
Diego Epifanio maneja un plantel con muchísimo talento ofensivo, donde sobresale por encima del resto el pívot Goran Huskic (14.7 puntos, 7.3 rebotes, 4.0 asistencias, 1.9 robos y 1.0 tapón), tercero más valorado de la Liga y que forma una temible pareja interior con Javi Vega (13.3 tantos, 4.9 rechaces y 1.3 pases de canasta).
peligro
Los otros titulares habituales tampoco son moco de pavo: el base Mo Soluade (7.6, 3.4 y 3.0), el escolta Alex López (7.9, 3.1 y 2.4) y el alero Brandon Brine (7.9 y 4.9). Y desde el banquillo salen tipos tan peligrosos como Edu Martínez (11.6 tantos, con un fantástico 20 de 35 en triples), Alex Barrera (8.7 y 2.3 rebotes), Aegir Steirnasson (5.9, 2.9 y 3.9 asistencias) o el veterano Jorge García, cuya capacidad para dinamitar un partido tiene más peso que los 3.9 puntos y 2.9 rechaces que promedia.
Un equipo de perfil similar al Coruña, con gusto por el juego a toda cancha, por rebotear (es el mejor en este aspecto) y correr y por mover mucho el balón (se miden los mejores pasadores del campeonato, con 17.6 asistencias de media los locales y 17.7 los visitantes), aunque más frágil (encaja casi 7 puntos más que su rival de hoy) en defensa, desde donde los de Tito Díaz han resuelto ya varios encuentros. Y ambos están demostrando que, pese a su filosofía ofensiva, también saben triunfar en partidos menos abiertos.
Todo ello hace prever un duelo reñido y de alta puntuación, donde las principales claves del éxito local deberían estar en igualar o ganar la batalla por el rebote e imponer su mejor talante defensivo. Y si ello viniera acompañado por el excepcional acierto exterior de Logroño (15 triples), mucho mejor. Está en juego un momento histórico y puede que el liderato. Por ello, la afición tiene que ser, más que nunca, el sexto jugador. n