Andone anima la despedida

Andone anima 
la despedida
Florin Andone celebra su segundo tanto con los seguidores más jóvenes de la grada de Riazor; con los de ayer suma doce goles este curso

El Deportivo se despidió de sus aficionados con una victoria que buscó desde el principio para congraciarse, un poco al menos, con la grada.
Ya probaba fortuna Ola John con un disparo manso que, superado el minuto tres de partido, detuvo sin problemas el meta insular. En la siguiente jugada Florin Andone no perdonaba y marcaba el 1-0 con un disparo raso. El rumano se echaba las manos a las orejas como pidiendo explicaciones por los últimos comentarios de la afición, en plan Joselu, demostrando que la plantilla está absolutamente ‘quemada’ tras este horrible curso. Laure, ejerciendo como ejerce un capitán, bajó los brazos al ariete para que todo quedase en una anécdota.

E igual de quemada estaba parte de la afición, que con sus cánticos de protesta enrareció el ambiente. Cuestionando a presidente, directivos, técnicos y por supuesto a los jugadores blanquiazules desde el corzón de la grada de Maratón.

El choque seguía su curso con dos equipos con poca intensidad en sus acciones. No obstante era el conjunto local –solo faltaría–el que proponía un poco más en materia atacante, pisando el área rival en algunas ocasiones, pero con escaso peligro.

El ecuador de la primera parte pasó por Riazor como si se disputase un partido amistoso, y la verdad es que prácticamente lo era. Imprecisiones, balones perdidos y poco intercambio de jugadas ofensivas.


De todos modos valió la pena que durante veintitantos minutos poco se viese en el campo herculino para presenciar con calma el segundo tanto blanquiazul, también obra de Anonde, que anotaba su décimosegundo gol del curso. Galopó por el medio del campo cruzando la divisoria e imponiéndose por potencia a sus dos marcadores, se zafó de ellos, se plantó ante el portero y no perdonó para que Riazor aplaudisese por fin una buena jugada. De las que valen la entrada.

Justo después, y cumpliendo con el aviso que días antes habían comunicado a los medios, los Riazor Blues abandonaban el estadio en señal de protesta por el rumbo del club en los últimos años, lo que provocaba que otros aficionados no entendiesen esa actitud.

Se perdieron estos seguidores el 3-0, con el que se llegó al descanso. Carles Gil aprovechó un rechace del meta insular para colocar bien el pie y la pelota, buscando el hueco preciso entre las piernas de defensas y compañeros, para alojar el esférico en el fondo de la red. El encuentro prosiguió con ese ambiente extraño para la despedida de la temporada y la primera parte fue languideciendo hasta que la UD Las Palmas se animó un poco en el final de la misma con dos buenas acciones de ataque, por otra parte mal defendidas por el equipo de Pepe Mel, pero con ese 3-0 se llegó al descanso del encuentro en Riazor. La reanudación comenzó con Andone buscando su tercer gol. Esa ansia hizo que a los 50 minutos intentase la acción personal en lugar de mandar la pelota a alguno de sus compañeros, que llegaban en buenas posiciones para rematar.
Gozó, poco después, de una nueva ocasión para marcar pero el guardamallas del equipo dirigido por Quique Setién consiguió blocar la pelota cuando casi se quedaba mano a mano y frente a frente con el delantero blanquiazul.

Mientras tanto, el argumento ofensivo de la UD Las Palmas se ceñía a balones de falta, con lanzamientos desde la frontal a los que Roef respondía sin problemas. El joven meta belga demostró que los avales que le preceden son correctos y se ve que tiene un gran futuro por delante. Veremos en breve lo que ocurre con la portería del Depor y con las decisiones que toma la dirección deportiva del club en cuanto a esta posición clave.

El encuentro y la temporada se acercaban al final con dominio alterno y con los blanquiazules buscando un tanto más que animase un poco a la afición. En este sentido, Marlos Moreno intentó aportar en las bandas para llegar con ventaja a la meta rival pero los canarios se defendieron bien.

En el 80 Marlos Moreno hizo un jugadón que merecía el gol, con sus rivales cansados y su habitual fuerza, el colombiano desbordó pero no acertó a definir para anotar el que hubiera sido cuarto tanto del Depor y del partido.

Riazor ovacionó y coreó el nombre de Andone cuando este se retiró del terreno de juego, haciendo olvidar el incidente de la celebración del gol y poniendo un broche, sino de brillantes, al menos con una victoria y con la afición haciendo la ola, más en plan cachondeo que otra cosa, pero mejor despedirse así que de una manera más crispada. Será hasta el verano, con un Depor renovado. Como la ilusión.

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