Alonso ansía brillar en casa de Honda y Hamilton darle más vida al Mundial

Alonso ansía brillar en casa de Honda y Hamilton darle más vida al Mundial

El Mundial llega a Japón, la casa de Honda, un motivo más para que Fernando Alonso (McLaren) intente seguir escalando posiciones, en un GP que Lewis Hamilton (Mercedes) afronta con urgencias en su mano a mano con su compañero Nico Rosberg, afianzado en el liderato tras la carrera de Malasia.
Hace justo un año, Suzuka posiblemente marcó el punto más bajo de la nueva alianza entre McLaren y Honda. Fue Alonso quien levantó la voz y lo hizo a través de la radio del equipo, cuando echó en cara sus ingenieros que estaba conduciendo “un coche de GP2”.
El panorama ha dado un cambio radical. El equipo inglés ha dado un enorme paso adelante que le ha permitido capturar puntos con asiduidad y afianzarse tras Mercedes, Red Bull y Ferrari. Tres séptimos puestos del asturiano en las cinco últimas carreras así lo atestiguan.
Alonso, que ha ganado dos veces en Suzuka (2006 y 2008, ambas con Renault), espera mejorar a su mejor puesto del año, el quinto de Montecarlo. Carlos Sainz (Toro Rosso) se quedó a las puertas del top-10 en Sepang, su quinta carrera consecutiva sin puntuar, a una de igualar su peor racha en la F1. 
En el mano a mano por el título entre los pilotos de Mercedes, Rosberg viene dar un importante zarpazo en Sepang, pese a que ni siquiera ganó una carrera en la que Red Bull reverdeció viejos laureles con el doblete de Daniel Ricciardo y Max Verstappen.
El alemán fue tercero y aumentó a 23 puntos su renta sobre Hamilton, que tuvo que abandonar cuando ocupaba un confortable liderato a falta de 16 vueltas, un inesperado suceso que le hizo apelar a la teoría de la conspiración. “Parece que algo o alguien no quiere que yo gane”, denunció tras la carrera, en referencia a los muchos incidentes que está padeciendo.
En su llegada a Suzuka, el inglés ha rebajado su mensaje y ha asegurado que solo se centra en una carrera que se la especialmente bien, ya que buscará la tercera victoria consecutiva y cuarta de su carrera en Japón. Si lo logra, rompería la ‘maldición’ de su triunfo 50 en la Fórmula 1, que se está haciendo esperar desde julio.
Mercedes volverá a tener la competencia de Red Bull, muy reforzado moralmente tras conquistar su primer doblete desde el GP Brasil 2013, aunque sus pilotos están descartados desde hace mucho tiempo de la pelea por el título.

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