Alemania desnuda a Brasil

 

Brasil encajó el peor revés imaginable en su larga y dorada historia mundialista y en su propio país, ante un adversario como Alemania superior que no tuvo piedad del anfitrión, al que ganó por primera vez en partido oficial para arreglar todas las venganzas por saldar.
Tal y como sucedió en 1950 en Maracaná, el estadio Mineirao de Belo Horizonte testificó una de las más bochornosas páginas del pentacampeón.
El convencimiento de que la energía, el empuje, la historia y la condición de local bastaban para lograr el éxito Mundial que se resiste desde el de Corea/Japón 2002 fue un error del que no quiso ser consciente Luiz Felipe Scolari. En cuanto encaró a un adversario con pedigrí se derrumbó.
Alemania, que disputará una final de un Mundial desde aquella de Asia en el 2002, endosó cinco goles en media hora. Cuatro en siete minutos. En una primera parte plagada de eficacia. El fruto de un equipo trabajado desde el 2008 que minimizó a un puñado de individualidades sin armazón.
Brasil se había encomendado a la baja de Neymar para acrecentar el aliento la presión sobre el rival. Sin Thiago Silva, sancionado, David Luiz encarnó el papel de líder. Antes y al inicio del partido.
Hasta que a los once minutos Thomas Muller le dejó en evidencia para batir, desde la soledad del segundo palo, a Julio César en un córner botado por Toni Kroos.
En siete minutos el equipo de Low resumió el recital liderado por Kroos. Amplió la cuenta Klose, que se convierte en el máximo realizador de los mundiales, con 16 tantos; Kroos, que inició la jugada, anotó los dos siguientes en un abrir y cerrar de ojos. El tercero llegó de una combinación entre Sami Khedira y Philip Lham. Después, el cuarto, con una culminación de una acción que surgió con un pase del centrocampista del Real Madrid.
Khedira se sumó a la fiesta. Mats Hummels se sumó al ataque y el madridista redondeó tras un centro corto de Mesut Ozil.
Brasil estaba desbordado. Sin capacidad de reacción, la sangría pudo ser mayor antes del descanso, pero Alemania prefirió especular, darse un descanso.
El segundo tiempo sobró y el partido se convirtió en un vaivén sin nada en juego. El equipo de Scolari, que dejó en el banco a Fernandinho y Hulk para dar entrada a Paulinho y Ramires, tiró de orgullo para maquillar la humillación.
Low, que afrontará su segunda final en una gran competición tras la Eurocopa de Austria y Suiza 2008 que perdió con España, empezó a calcular esfuerzos. Retiró a Hummels para devolver protagonismo a Mertesacker.
Entonces apareció Manuel Neuer para apagar las llamas. Brasil cercó a Alemania y el mejor meta del Mundial entró en acción para reivindicar su protagonismo y evitar que el rival asomara la cabeza. Sacó balones a Oscar, Ramires y Paulinho para desesperación local.
Cuando el furor local se apagó de nuevo Alemania no perdonó. Tras un par de advertencias, Andre Schurrle, que salió por Klose, marcó a pase de Lahm.
En plena protesta local, incrédula ante similar sonrojo, el atacante del Chelsea descubrió su momento. Afeó aún más el panorama brasileño al marcar el séptimo, de un fuerte disparo a pase de Thomas Muller.
El partido fue eterno para Brasil, que encontró el honor gracias a su jugador de talento, Oscar, que finalizó un contraataque iniciado por el meta Julio César.

Alemania desnuda a Brasil

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