“Me alegro de haber estado aquí, he vivido una etapa muy bonita”

Carlos Marchena asume que es su última semana como deportivista, que su etapa aquí acaba. Descendió la temporada pasada,  regresó en septiembre para contribuir a llevarle de vuelta a Primera, y consiguió su objetivo el sábado con un gol suyo ante el Jaén. Pero la relación con Vázquez no es la mejor y el club no le ha ofrecido la renovación.
“De momento estoy en la calle, en el paro. Hasta junio tengo contrato, pero, después, no”, comentó tras el penúltimo entrenamiento de la temporada.
Marchena pidió comparecer en la sala de prensa para explicar que su voluntad era seguir en el Deportivo y que prácticamente da por hecho que no se va a producir. “Una cosa es lo que yo quiera y otra, lo que yo pueda”, indicó el veterano central, quien reconoció que en el Deportivo “nadie” le ha “dicho nada” sobre su continuidad, así que deduce que no seguirá.
“No es que descarte nada, pero si no me dicen nada y veo que no me quieren, no tengo ningún problema”, agregó el central sevillano, que, a su juicio, no tiene la confianza del entrenador, Fernando Vázquez.
“No tengo que preguntarle a nadie. O me preguntan a mí, o tampoco soy tonto. Tengo 34 años, viendo la situación de principio de temporada hasta ahora veo que no soy una persona de su confianza”, declaró en referencia al entrenador.
En este sentido, recordó que “el único” que le “quería” de vuelta esta temporada “era el presidente”, Augusto César Lendoiro, que dejó el cargo el 21 de enero, y “no el entrenador”.
“El entrenador nunca hizo por que yo viniera y, cuando vine, tampoco me trató como si me hubiese querido”, criticó.
Ahora, su “prioridad es continuar” su carrera donde le “quieran”, porque “el año pasado” hizo un esfuerzo grandísimo y casi” se puso “de rodillas”, algo que no está dispuesto a repetir: “Un año sí; más no”.
Marchena admitió que se siente “bien, con ganas, con energía” y, sobre si ha llegado el momento de su retirada, el campeón del mundo y de Europa con la selección, de dos Ligas con el Valencia y una Copa del Rey, indicó que no sabe lo que va a hacer. “Depende de lo que me planteen, de las ofertas que pueda tener. No cierro la puerta, pero, si no me convencen los proyectos que me planteen, me replantearé el futuro”, arguyó.
El central insistió en que “nunca” ha estado “en un sitio” en el que no le “quisieran y ahora tampoco” lo va a hacer.
Lo que sí parece tener claro es que no jugará en la categoría de plata con otro equipo después de haberlo hecho con el coruñés.
“En Segunda, solamente en el Depor. Solamente lo hice por y para venir aquí. Había mucha gente que me decía que no volviera, que no podía jugar en Segunda; yo decía que no me importaba, que el Depor no era de Segunda, y ha salido bien. Tiene que ser un proyecto que me atraiga. Si no, no creo. Nunca me ha movido otra cosa que no sea el convencimiento propio”, manifestó el defensa.
Marchena aseguró que no “olvidará nunca” el gol del ascenso ni sus dos temporadas en el Deportivo: “Me alegro de haber estado aquí, he vivido una etapa muy bonita”.
“Lo bonito de la vida es que la gente te conozca y cambie la percepción que tiene de ti y eso creo que lo he cambiado aquí. Siempre estará agradecido al deportivismo”, dijo antes de reconocer que cuando se incorporó por primera vez al club tenía “dudas” por su pasado en el Valencia.
Si se va, los más jóvenes del equipo le echarán de menos. “Me he sentido muy cerca de ellos, hemos hablado mucho y también les voy a echar de menos si no estoy con ellos”, admitió.
Su ‘sucesor’ es Pablo Insua. “Heredero no sería la palabra. Dejo a un chaval que tiene un presente y un futuro inmenso. Tiene que seguir creciendo, que no se estanque. Cualidades tiene todas las del mundo y me gustaría que vistiese la camiseta de la selección”, apuntó.
Y también ha dejado patente su faceta humana. La semana pasada envió un vídeo a un niño enfermo en el que le prometía que iba a marcar el gol del ascenso y le iba a regalar la camiseta. Dicho y hecho.  
“No fui yo el que enseñó esos vídeos, no me gusta enseñarlos, pero la labor de todo el mundo debe ser ayudar y, si puedes hacer que la gente se sienta mejor, tenemos que hacerlo, sobre todo con los niños. Es un placer ayudar. No se paga con nada”, comentó el zaguero.