La albiceleste evidencia su dependencia de Leo Messi

La albiceleste evidencia su dependencia de Leo Messi
MUN43-72. PORTO ALEGRE (BRASIL), 25/06/2014.- El delantero argentino Lionel Messi celebra el segundo gol marcado a la selección nigeriana, durante el partido Nigeria-Argentina, del Grupo F del Mundial de Fútbol de Brasil 2014, que se disputa

 

De nuevo Lionel Messi, con una gran actuación ante Nigeria, volvió a desnivelar la balanza a favor de Argentina, que ganó 2-3 con dos goles del delantero albiceleste para dejar a su equipo en el primer puesto del grupo F con pleno de victorias en los tres partidos de la fase de grupos.
Argentina tiene dos mediocentros, Javier Macherano y Fernando Gago que apenas aportan creación. El primero, por lo menos da equilibrio defensivo, pero el segundo tiene un ritmo futbolístico cansino. Da muchos pases cortos, al pie, sin profundidad y sin velocidad. Ese es el ritmo de Argentina.
Con una excepción. Cuando coge el balón Messi. Y hoy, lo volvió a hacer. Desde el segundo minuto lanzó a sus compañeros y ánimo las gargantas de un estadio que parecía La Bombonera de Buenos Aires.
Lionel batió a la primera a un portero excelente, que luego sacaría bastantes pelotas complicadas a Di María y al propio Messi. Pero no era el día de los milagros aunque Nigeria rezara por ellos. Se acercó en varias ocasiones, pero no pudo aunque a veces los rozara. Uno de ellos llegó un minuto después del tanto inicial de Messi, cuando Ahmed Musa empató con un zapatazo esquinado que no pudo parar Sergio Romero.
Aunque Argentina dominó el resto de la primera parte, lo hizo sin ideas, con mucha espesura y muy romo. Tuvo que aparecer Messi, en el minuto 45, para hacer un golazo de falta que calmara a una selección que no está tranquila del todo.
Esa contundencia de la que adolece Argentina, con momentos de poca concentración, se demostró en el primer minuto de la reanudación con otra diana de Musa que volvió a subir el empate al marcador. En esta ocasión, fue el equipo de Sabella el que respondió al instante, con un gol de rebote de Marcos Rojo, que aprovechó un marcaje timorato de Nigeria en un córner para rematar sin querer con la rodilla una pelota que mandó a la red de Enyeama.
Nigeria murió con dignidad, acechando el área de Argentina y clasificándose para octavos de final gracias a la victoria de Bosnia sobre Irán.
Los africanos mostraron una vez el camino a seguir para derrotar al combinado de Sabella, que ha sufrido para ganar en todos sus partidos.
Hasta que no se cruce con un rival de entidad, no se sabrá el nivel real de la albiceleste, que, sin Messi, apenas tiene fuerza. De momento, Messi es Argentina y Argentina es Messi.

La albiceleste evidencia su dependencia de Leo Messi

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