“No sé si las chicas tienen pósters míos, creo que como de todos”

 Hace unas semanas un padre de familia comentaba con un amigo que su hija, de quince años, tiene la habitación empapelada, literalmente, con imágenes de Bruno Gama.

No es un caso aislado. El portugués ha levantado una enorme expectación entre el público femenino (e imaginamos que algún masculino) aunque él se quita méritos y se ve terrenal. Es modesto, pero Bruno arrasa. Dentro y fuera del campo. Que le pregunten a las seguidoras que cada domingo hacen cola por una foto o un ‘biquiño’ del mediocampista.

Además está en forma ‘el condenado’. Se ha ido aclimatando a la nueva categoría, cogiéndole el punto, y ahora muestra de nuevo todo su repertorio de regates imposibles, disparos envenenados, goles mágicos...

Bruno Gama es el ocupante del ‘carril del ocho’ blanquiazul desde su llegada. Nadie le ha hecho sombra hasta la fecha y es uno de los jugadores que más quiere la afición, no sólo la adolescencia. Para suerte del Depor, el luso no es de los cedidos y tiene por delante contrato hasta 2015 si es que no llega un grande de Europa y se lo lleva por su enorme calidad.

-¿Cree que ha pasado el mismo proceso de adaptación a Primera que el año pasado tuvo que pasar para acomodarse en Segunda División?

-La verdad es que no sé si es así. Evidentemente el año pasado tenía que adaptarme y es posible que ahora también. Yo me siento bien y quiero que todo siga así.

-Vuelve a desequilibrar con sus jugadas y con sus goles.

-Estoy muy contento por ello y las cosas están saliendo bien. Quiero seguir trabajando al máximo para ayudar al equipo y seguir en la misma línea.

-El equipo ataca bien, de eso no cabe ni una sola duda.

-Sí, los números así lo dicen, hemos hecho bastantes goles y estamos contentos con esta fase del juego.

-El tema es la defensa y el objetivo mejorar en este aspecto ¿no?

-Claro, por los números que tenemos es lógico pensar así. Sin embargo hemos encajado goles por mala suerte y en el último partido pasamos de lo que podría haber sido el 1-3 al 2-2. A partir de ahí todo cambió y se nos complicó.

-¿Cómo se lleva eso de ser un ídolo?

-(Risas). Bueno, no me siento así, sino uno más del equipo. Yo intento hacer todo lo mejor posible por mi equipo, pero no me siento un ídolo.

-Vale, pero muchas de las aficionadas de quince años, y yo conozco a alguna, tienen pósters de Bruno Gama en su habitación y son fans absolutas. Será por algo ¿no?

-(Más risas). No sé si las chicas tienen pósters míos, creo que como de todos. Es cierto que muchas veces me piden autógrafos pero no es para tanto, como a otro compañero.

-En cualquier caso es su segundo año en A Coruña y se le ve plenamente adaptado a todo.

-Sí, es verdad. El primer año llegas y no sabes muy bien cómo te va a ir, pero en el segundo ya conoces todo mejor. Yo estoy plenamente adaptado e identificado con el club, la ciudad y sus gentes.

-¿Han sido el puente para la llegada de los compatriotas, verdad?

-Sí, y estamos muy contentos, tanto los que ya estábamos como los que han llegado. Ha sido todo muy fácil por el número de portugueses y todos nos sentimos muy bien en el equipo. Para el que llega nuevo todo es menos complicado.

-¿Qué partido espera para el próximo domingo? El rival es de los duros.

-Es un equipo muy complicado, intenso, y que pelea cada balón pero estamos en casa, con nuestra afición, e intentaremos hacer un buen partido y conseguir la victoria.

-¿Se pones alguna meta en cuanto al número de goles que le gustaría anotar?

-No, la verdad es que no. Intento marcar siempre pero no me pongo este tipo de metas.