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jueves | 25 abril | 2024
Con el sonido rock lleno de reminiscencias sintéticas que pueblan las canciones de su último disco, “Electroconfort”, se presentarán mañana en Mardi Gras El Capitán Elefante, con ganas de hacer cantar y bailar al público, sin olvidarse de recordar algunos de sus temas más clásicos.
Han pasado tan solo unos meses desde que publicaron este nuevo disco que presentan en Mardi y se muestran sorprendidos, tal y como explica el guitarrista y vocalista de la banda, Javier Marcos, sobre todo, por el aspecto de poder “ir a ciudades que están a muchísimos kilómetros de tu casa y que la gente se sepa las canciones, es algo emocionante”.
“Electroconfort” hace referencia a esa “pseudocomodidad que tenemos con los dispositivos móviles, las tablets, los ordenadores... como una pequeña ironía sobre el tema de la electrónica que no podemos vivir sin ella”, señala Marcos, aunque añade que también podría estar relacionado con esos toques sintéticos que van añadiendo a su música.
Esas mezclas son las que hacen que la banda se sitúe en territorio de nadie dentro del espectro musical porque “los críticos nos catalogaban siempre dentro del rollo indie, pero los indies dicen que somos más rockeros, pero los rockeros dicen que somos más indies, así que bien, nosotros estamos bien ahí”, bromea el vocalista de El Capitán Elefante.
Orígenes
El Capitán Elefante tiene su origen en otras formaciones anteriores y en la necesidad de un “reseteo” de los músicos que hoy la conforman. La idea, según Marcos, era “actualizarnos y darle un poco más de caña y de ritmo a la música, cuanto más mayores nos hacemos más ganas de caña tenemos”, comenta entre risas.
Cuando crearon el grupo lo hicieron por amor a la música, sin mayores pretensiones ni objetivos, porque, señala: “Llevamos en esto de la música desde los trece años, no entendemos la vida sin hacer música”. Comenta que eso de querer ser famoso, “alguna vez lo piensas, pero no es algo que nos haya dado quebraderos de cabeza, tocamos porque nos gusta, porque lo necesitamos, estamos quince días sin tocar y estamos con el mono de a ver, hay que ensayar”, concluye entre risas.
