Diez años engrasando la máquina de hacer rock and roll

Diez años engrasando la máquina de hacer rock and roll
La banda ofrecerá las mejores versiones en un directo, que comenzará a las 22.30 horas

Curiosamente, la primera vez que se fueron de gira para dar su primer concierto, llegaron en una furgoneta averiada a Carballeda de Avia.

Entonces, el público entendió que el mono era solo una pose, que la verdadera grasa se cocía entre guitarras y versiones. Hace diez años, cuando Los Mecánicos se abrieron un hueco en la escena, solo compartían el gusto por llevar hits a su terreno con Rockers go to Hell. 

En ese momento, los unos se iban más al repertorio de los 60 con The Beatles aliñados con Los Bravos y Los Brincos. Fernando Esclusa recuerda que Rockers se centraban en los 50 con Elvis y los Rolling y entre los dos se complementaban y agitaban la ciudad. 

Hoy, los grupos de versiones están de moda, pero eso no repercute en su agenda. Dan una media de un concierto por fin de semana, que, a veces son dos: “Incluso llegamos a tocar tres veces”. 


Fernando lleva golpeando la guitarra desde que tenía 14 años. Con Javier Vaamonde al bajo y Alberto Dopico “Delpi” a la batería completan un trío que va a donde les llamen. Hasta la fecha, suman más de 500 conciertos y muchos coruñeses saben que no hay mejor opción para estrenar el año que ir a ver a Los Mecánicos al Garufa y bailar el “Black is black”. 


Dice Esclusa, entre bromas, que solo le falta ponerle música a un entierro porque su rock sesentero ya entró por la iglesia, aunque nunca en una boda. Con esa forma de estar en el estrado, combinando comedia con acordes, el grupo aspira a seguir cumpliendo primaveras porque la gente lo pide. Después del directo de esta noche, a las 22.30 horas, en el local de Riazor, descansarán diez días. Los únicos del año. Lo siguiente será no parar hasta diciembre. 


El pase de hoy cuesta solo cinco euros y en la cita estarán amigos como Álvaro Dorda, José M. Martínez “Bonham”, Tito Ritman, Fran Castro y Javier Pardiñas. La intención es de llenar el suelo de rockeros desengrasados. Para ponerlos a punto y cantar la de Andrés Dobarro o soltarse la melena con una de Los Brincos. Aunque Esclusa quería que se llamasen Los Superhéroes, no les hace falta más capa que el repertorio para hacer subir a su gente a la pomada del directo y repartir aquí, pero también allá, en Portugal y Castilla León: “Tenemos que seguir conquistando más territorios”.

Diez años engrasando la máquina de hacer rock and roll

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