El pop electrónico de dos eras unidos en Presumido

Presumido establecerán, el próximo viernes en Mardi Gras, un puente entre el pasado y el presente del pop electrónico, con “dejes ochenteros, pero con un sonido muy actualizado”, en resumidas cuentas, tal y como explica uno de los integrantes de este dúo gallego, Tarci Ávila: “Hacemos un viaje a través de las emociones”.

Este viaje lo hacen a través de su nuevo trabajo discográfico, “Cuatro Estaciones”, un “disco conceptual”, que, fruto de la necesidad, fueron publicando en “cuatro bloques”, cuatro cortos, que, finalmente, acabaron conformando este LP.

El concepto del disco, esas cuatro estaciones, tiene algo que ver con su base de operaciones, “en medio del monte”. Cada pared “da a algún lado de la montaña”, lo que les permitió estar “en permanente contacto con la naturaleza” y esa influencia, “cambiante a lo largo del año”, influye en el producto final, “creo que se palpa bastante bien, en el EP de “Invierno” se sienten sintetizadores más fríos, y en “Primavera” hay sonidos mucho más luminosos y más referencias al colorido”, explica Ávila.

Metas y objetivos

El dúo gallego está en constante crecimiento, no hace mucho señalaban que, salas en las que en sus primeros concierto solo había cuarenta personas, ahora se llenan. “Siempre que subimos un escalón, estamos ya pensando en el siguiente”, señala Tarci Ávila.

El proyecto, tal y como cuenta, tiene su punto “romántico”, pero también cuenta con una vertiente más “analítica”, con un fin constructivo, como es el “ver en qué hemos mejorado, en que hemos empeorado y que es lo que podemos hacer para que el proyecto crezca más y nos vaya mejor”, añade.

“Es muy bonito ver cosas como las que nos pasó en Zaragoza, que pasamos de meter siete personas en una sala, a llenar la última vez que fuimos”, comenta el artista al recordar los lugares por los que han pasado.

Producción

Su concepción de la música precisa de la tecnología y, en ella, los samples son uno de los aspectos en los que viajan con una mayor libertad. “Hemos utilizado de todo, desde cabras que tenemos aquí en el prado de al lado, hasta palmadas en el culo”, explica Ávila entre risas.

Pero añade que, al buscarle el hueco adecuado, y sabiéndolos utilizar, “poca gente puede saber cual es el origen”. Apunta, además, a la importancia de todo la producción, para que el proyecto no tenga “fisuras”.