Una llamada por Skype y cinco minutos fueron suficientes para engancharse a la historia de Ibar

Una llamada por Skype y cinco minutos fueron suficientes para engancharse a la historia de Ibar
Nacho Carretero firmando ejemplares de sus libros | Quintana

En el año 2011, mientras trabajaba en el diario Qué, al periodista Nacho Carretero le cuentan una historia y le dan el contacto de una mujer para que hable con ella por Skype. “A los cinco minutos me di cuenta de que ahí había una historia brutal”, explica. La mujer era Tanya Ibar, esposa de Pablo Ibar, el español que pasó 16 años en el corredor de la muerte en EEUU.  

El periodista coruñés publicó hace casi un año el libro “En el corredor de la muerte”, en el que cuenta esta historia. Sin saber muy bien lo que iba a hacer, Carretero se vinculó de algún modo a esta historia al viajar a Florida, donde conoció a la familia Ibar, e incluso lo visitó a él en el corredor de la muerte.

Esta obra fue una labor de muchos años, lo que podía entrañar uno de los grandes problemas periodísticos que plantean este tipo de temas, los juicios de valor. “Cuando uno lleva tantos años cerca de la familia y siguiendo el caso, se genera una vinculación emocional, eso es indiscutible”, explica Carretero. Pero el periodista lo tenía claro que el tenía que quedarse al margen, “yo lo que no puedo es hacer activismo, eso va por los canales de lo personal, por mis redes u opiniones personales”, añade.

Aún así, el coruñés refleja que una decisión de este tipo “no es solo una condena a Ibar, en este caso, sino que es una condena a toda la familia”, y esa familia “tiene que pelear contra las circunstancias y pasarlo realmente mal, pero a la vez son un ejemplo de entrega y de superación”, añade.

El libro, igual que ocurrió con “Fariña”, ha sido adaptado para la televisión y se estrenará durante el próximo mes de septiembre.

 

Feria del Libro

Carretero visitaba ayer la Feria del Libro para, según el programa, firmar ejemplares de “En el corredor de la muerte”, aunque el propio escritor matizaba entre risas que no, “en realidad yo firmo lo que me pongan”.

También tuvo tiempo para poder reflexionar sobre la profesión periodística. “Muchas veces nos autoflagelamos, es muy autocrítico, en ocasiones demasiado, obviamente hay mucho que mejorar, todavía hay mucho camino por recorrer, pero yo creo que el periodismo es mejor que hace diez años y mucho mejor que hace 30”, explicaba Carretero.

Una llamada por Skype y cinco minutos fueron suficientes para engancharse a la historia de Ibar

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