11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Tras una gira con una “gran puesta en escena”, Ismael Serrano llegará el sábado al teatro Colón para ofrecer un concierto más íntimo, en acústico, en el que tratará de hacer un recorrido por su trayectoria musical.
¿Cómo se condensan más de 20 años de carrera en un solo concierto?
Ya... Eso es lo difícil. A mí una de las cosas que más me cuesta cada vez que me enfrento a organizar un repertorio, es precisamente seleccionar las canciones. Porque además, en este caso, he recuperado algunas canciones que hacía tiempo que no cantábamos, sin saber muy bien por qué, porque te gustan, te emocionan, pero se quedan ahí, son como esos amigos que, de repente, dejas de ver, no sabes por qué, que la vida te lleva por otro lado, pues con las canciones pasa lo mismo.
Precisamente, algunas de sus canciones estaban escritas para una época concreta y las va recuperando en los últimos años, como “Al bando vencido”, ¿uno, como autor, se alegra de que se vuelvan a cantar estos temas?
Yo creo que hay un punto de tristeza, claro, cuando te das cuenta de que hay canciones que no pierden vigencia. Porque podría ser bonito cantarlas como algo testimonial, como diciendo “Fíjate, como era en aquellos tiempos, cantábamos estas cosas y ya lo hemos superado”, también es bonito cantar desde esa perspectiva, casi histórica, de decir “estos eran nuestros problemas”, sin embargo, siguen teniendo vigencia. Claro que es triste nuestra incapacidad para superar ciertas cosas que, sin duda, deberíamos superar.
Hay un punto de tristeza cuando te das cuenta de que hay canciones que no pierden vigencia. Porque podría ser bonito cantarlas como algo testimonial
Señalaba en el pasado que en “Papá cuéntame otra vez” le cantaba al relato que habían construido nuestros padres y nuestros abuelos, pero que su generación y las siguientes no habían conseguido construir un relato similar.
Yo hablaba, sobre todo, de mi generación, mi generación no sé si ha sido capaz de construir un relato propio. Creo que sí han sido los más jóvenes, los que han protagonizado el 15-M no era mi generación, no eran los cuarentones (risas). Las marchas de mujeres, por ejemplo, una de las cosas más bonitas es que, sobre todo, las protagonistas son chicas muy jóvenes. Mi generación, puntualmente, sí ha tenido momentos en los que ha querido cambiar las cosas, pero creo que, sobre todo la del 15-M, ha asumido de manera más rotunda el protagonismo que le correspondía. Fue más bien un ejercicio de autocrítica en lo que respecta a mi generación, y a mí. Pero a día de hoy, muchas cosas han cambiado.
Sobre el cambio a día de hoy, en terreno musical, ¿es más fácil o más difícil ser cantautor?
Cuando yo saqué mi primer disco, al menos, sonábamos en las radios, se vendían discos también, sí, existían ventanas en las radios, donde había espacio, no solamente para la canción de autor, también para la charla con el autor. Era una programación más plural. Se ha homogeneizado la programación musical, por así decirlo. Era difícil, porque tampoco las teníamos todas con nosotros, pero había espacios. Ahora creo que es peor, ahora un chaval lo tiene bastante más difícil, porque cada vez hay menos plataformas. Pero hay un público que está atento a las propuestas de cantautores y que tiende a esta música de la palabra y de la poesía, y siempre va a estar ese público.
¿Llega a pesar esa etiqueta de cantautor político?
No deja de ser curioso que, en mi caso, y en todos los cantautores, el 80% de nuestras canciones tienen que ver con el amor. Pero claro, existe un 20 que están dedicadas a la sociedad, uno canta a lo que le emociona, y no solo te emocionan los encuentros sentimentales. ¿Me molesta? No. Creo que es injusto que se estigmatice algo que forma parte de la tradición musical el hecho de hablar de la realidad que nos toca vivir.
