Un flechazo por los cómics a los ocho años y una decisión un tanto “inconsciente” que perdura hasta hoy

Un flechazo por los cómics a los ocho años y una decisión un tanto “inconsciente” que perdura hasta hoy
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Un amor, el que tiene hacia los cómics, que surgió a los ocho años, y una decisión, la de dedicarse a ellos, tomada de manera un tanto “inconsciente” y que ha mantenido hasta hoy. Así define el ilustrador Albert Monteys sus inicios en este mundo.

El artista gráfico catalán visita estos días el salón internacional del cómic Viñetas desde o Atlántico. Y lo hace tras la publicación el año pasado del álbum de “Universo!” y de “Solid State” la historia que acompaña el nuevo trabajo musical de Jonathan Coulton.

Esta última trata “de una especie de “1984” llevada a la época de las redes sociales”, explica Monteys. Una ciudad fundada por uno de los creadores de Google en “la que todo funciona a base de likes”, pero todo llevado a un punto de vista muy poético, “porque no hay que olvidar que el punto de partida de la historia es musical”.

Monteys cuenta también en la actualidad con varios proyectos entre manos. Uno de ellos con Miguel Ángel López, más conocido como El Hematocrítico. Se trata de una colección de libros infantiles, llamada “Leyendas del recreo”. “Son historias humorísticas que les suceden a los niños en el patio del colegio”, cuenta Monteys, a lo que añade que “El Hematocrítico tiene muchas ideas sobre como hacer humor para niños, y a mí me pareció muy interesante el proyecto”.

Vuelta a la ciencia ficción 
Albert Monteys es reconocido por haber trabajado en la revista satírica “El Jueves”, y haber sido director de ella hasta el año 2014, cuando la abandonó tras la decisión de la editora de la publicación de censurar una portada sobre el actual rey, Felipe VI.

Tras su marcha, volvió a sus orígenes publicando de nuevo historias de ciencia ficción. Volvió “con mucha ilusión, porque llevaba 20 años trabajando casi con los mismos personajes”, algo que quizá se empezaba a tornar repetitivo. “El hecho de poder reinventarme, cambiar y empezar a hacer una cosa distinta está muy bien”, comenta.

Aún así, señala que la ciencia ficción es “prima hermana” del humor, esta última es algo “grotesco” y la primera es una “sombra hacia el futuro”, por lo que a ojos de Monteys son bastante similares y en ambas está “cómodo”.

Un flechazo por los cómics a los ocho años y una decisión un tanto “inconsciente” que perdura hasta hoy

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