11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
La segunda edición del festival de música contemporánea Resis tendrá lugar desde este viernes y hasta el 1 de junio en diferentes espacios de la ciudad, como la Domus, la Sala Normal o la iglesia de las Capuchinas.
El objetivo de este festival, según su director artístico, Hugo Gómez-Chao, es convertirse “en un punto de encuentro entre diferentes disciplinas artísticas de creaciones recientes, desde finales del siglo XX a principios del XXI”. Pese a que la música sea protagonista, también es un espacio donde la danza, las videocreaciones, el arte sonoro, las performances y la cocina tienen cabida. De hecho, el arte gastronómico es una novedad en esta edición, y contará con la presencia de tres cocineros Alhambra, con el fin de “crear un producto nuevo que expresa y responde a una manifestación interior de alguien que los une y crea algo que antes no existía", asegura el director artístico.
Recuperación del talento
Además, el Resis apuesta en este nuevo encuentro por la recuperación del “talento fugado”, que reunirán en “el primer concierto propiamente dicho del festival”, que tendrá lugar el 11 de mayo, a las 20.00 horas, en la Domus.
Asegura Gómez-Chao que “el mundo de la música contemporánea es difícil” y con esta iniciativa se pretende acercar “aquellos grandes nombres de la música contemporánea del siglo XX a nuestros días”. Todo ello, a través fundamentalmente de gallegos que tuvieron que labrarse un futuro europeo debido a que aquí no podían crecer. Se trata de composiciones “con una apuesta ambiciosa dentro del panorama nacional, obras que no se suelen interpretar por su dificultad técnica”. Un grupo conformado por cuerda, viento, piano y percusión harán las delicias de todos sus oyentes y acercarán a los compositores contemporáneos como Gérad Grisey, Pierre Boulez, Kaija Saariaho y Agata Zubel a los coruñeses. Una apuesta por la igualdad de género y de dar a conocer el gran talento que hay entre las mujeres contemporáneas.
Además, el propio Gómez-Chao hará las funciones de director durante todo este concierto, al que aportará una pieza propia de unos cinco minutos, donde une “textos de San Juan de la Cruz” y los desarrolla “musicalmente a partir de la palabra hablada”. De esta manera, los músicos “intentan reflejar las inflexiones de la voz, los silencios” y la música se convierte en “una desintegración de la voz hablada”.
La pasada edición hubo un éxito “sorprendente y absoluto” que esperan repetir. Al mismo tiempo, anima a la gente a conocer cosas nuevas, “uno siempre que va a un sitio le puede cambiar la vida”.
