11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Más de tres décadas sobre los escenarios, que le han permitido evolucionar, como persona y como artista, y eso lo va demostrando con su música.
Mañana, Revólver se presentará sobre las tablas del teatro Colón, a las 20.30 horas, dentro de la gira de presentación de su último trabajo, “Básico IV”.
¿Qué se podrá esperar el público coruñés del concierto?
A nivel banda, la mejor versión de Revólver que he tenido nunca, ya no es que lo diga yo, que lo digo (risas), si no también un poco por las sensaciones que estoy recibiendo del público en la gira. Es una banda extraordinaria. Tengo mucha suerte de poder trabajar con estos tíos.
De algún manera, engañaron al público a la hora de grabar “Básico IV”.
Sí (risas). Fue por dos motivos. Primero porque quería ver la cara de la gente, porque no es tan habitual que tengas acceso a la grabación de un disco en directo. Me moría de ganas de verles la cara, iban a ser partícipes del disco. Y segundo, porque no me apetecía usaros a vosotros. No quería utilizar a la prensa para decir que lo iba a hacer y para llenar la sala... Hubiera sido más fácil hacer eso, pero no era lo que quería, me parecía justo hacerlo al revés.
¿Que objetivo se marcaba cuando comenzó el camino de Revólver?
Imagino que el mismo que tú al ser periodista la primera vez que escribiste (risas). Es una cuestión vocacional, y la vocación no se elige, la vocación te atrapa. Si eres periodista, te morirás siendo periodista, con mayor o menor éxito, si es vocacional. Pues aquí es lo mismo. El por qué haces esto es porque es tu vida y lo haces y punto, con éxito o sin él, y eso es lo que eres y lo que vas a ser, porque si no, dejarías de ser tú.
Y tras tantos años de trayectoria, ¿Cómo valora su evolución musical?
Pues ha pasado una cosa con la que me siento tremendamente afortunado, y es que se me ha permitido que mi música creciese a la par que yo, y no he tenido que remitirme a una parte de mi, de unos años concretos, o algo por el estilo. Por otra parte, sigo llenando la nevera con lo que hago, y eso es mucho más de lo que jamás pudiese haber imaginado. Nunca llegué a pensar que iba a cumplir los años que tengo gozando del favor de la vida, permitiéndome subir a los escenarios, y que el proyecto tenga la salud que tiene.
Después de tanto tiempo, ¿Sigue experimentando nervios al subirse a un escenario?
¿Nervios? A la hora de subirme a un escenario casi vomito cada día. Me muero de miedo antes de subir al escenario. Durante unos años me molestaba muchísimo esto, hasta que descubrí que es fantástico que te ocurra, porque significa que le tengo un respeto imponente a esto que hago. Ahora lo paso mal durante los diez minutos antes de salir, pero una vez que piso el escenario y veo que toda está perfecto, lo disfruto... no te haces una idea.
Comentaba en el pasado que nunca escribe una canción para que le guste al público.
Hay que tener cuidado con cómo se dice, porque hay de todo en la viña del Señor y, si lo sacas de contexto, quedas como un egocéntrico y un orgulloso. Lo que pasa es que yo, cuando escribo una canción, únicamente me dejo guiar por lo que me dice el corazón. Pero es que entiendo que toda propuesta artística debe de ser así, no solo la mía. Luego, si al público le gusta, pues mejor para ti, y si no le gusta, pues tú como artista, te jodes y la vuelves a intentar otra vez y vuelves a hacer lo que te diga el corazón. Lo primario para mí en cualquier propuesta es la libertad creativa a la hora de hacerlo y que te sientas orgulloso, que te guste lo que estás haciendo. Si eso no existe, la propuesta me parece una farsa. Pero es así, no la hago para que le guste al público, la hago para que me guste a mí, porque si a mí no me gusta, es complicado que al público le llegue a gustar.
