10º-19º
viernes | 19 abril | 2024
La historia de nuestro país es muy larga y, en ocasiones, poco conocida por los ciudadanos, y Carlos Bardem trae en “Mongo Blanco” una muestra de ese pasado que no se quiere recordar.
A pesar de haber publicado este nuevo libro en el mes de mayo, ya va por la cuarta edición, y mañana lo presentará, a las 19.00 horas, en la Feria del Libro junto al exconcejal de Culturas, José Manuel Sande.
“Mongo Blanco” trata de un esclavista español del siglo XIX.
Sí, es una novela histórica y de aventuras, construida sobre la figura de Pedro Blanco, malagueño, que fue uno de los tres grandes mongos, que eran los reyes de la trata del África Occidental en el siglo XIX.
¿Cómo surge la idea de escribir algo como esto?
Yo soy licenciado en Historia Moderna y Contemporánea. Encontré un pie de página que hablaba sobre este gran negrero malagueño y me llamó la atención que nunca había oído hablar de este tema y empecé a investigar y encontré una historia apasionante, una parte de nuestra historia, que como otras tantas, no se nos ha contado lo suficiente, como la participación españoles en la trata de esclavos transatlántica.
¿Encontró algo interesante durante la documentación?
Encontré una novela de un gallego, magnífica, llamada “El Negrero”, de Lino Novás Calvo. Es una obra sobre el mismo personaje, estrictamente de aventuras, la cual devoré.
Escribe desde el punto de vista de Blanco, ¿es difícil hacerlo sin juzgar constantemente?
Yo por supuesto que tengo mi juicio, y no es positivo, pero yo creo que, como escritor, y es algo que también he aprendido en mi otro oficio de actor, no puedes juzgar o condenar de antemano a tus personajes, porque entonces no los puedes entender. Necesitas comprender que mundo es el que los crea, que les permite desarrollarse y entender también sus razones, buenas, malas, erróneas, atroces... Entender por qué un ser humano hacer algo y como lo justifica.
Convivió entonces con Pedro Blanco, de algún modo.
Yo tuve que vivir en compañía de este negrero unos cuantos años, hasta terminar la obra, y entenderle. Entenderle, que no es justificarle, entender qué mundo, qué sistema, permitió que existieran monstruos como Pedro Blanco.
¿No se hace extraño empatizar con un personaje así de cruel?
Yo mientras escribía era una de las apuestas que me hacía a mi mismo, saber en qué momento, en qué capítulo, el lector va a sacudir la cabeza y va a decir “este tipo me está convenciendo”. Creo que eso es lo que hace atractivo a “Mongo Blanco”.
La figura de Pedro Blanco es poco conocida, ¿se esconde la historia?
Lo que creo es que los planes de estudio los determinan los gobiernos, y los gobiernos los determinan las élites. Entonces son las élites las que deciden que partes de nuestra historia tenemos que conocer o estudiar a fondo y que versiones de nuestra historia son las que debemos conocer. Si haces una encuesta preguntando por la esclavitud, todo el mundo te hablará de los algodonales del Mississipi, pero tan grandes como los algodonales, eran las plantaciones de caña de azúcar de Cuba. A poco que leas, verás que una de las principales propietarias de esclavos del siglo XIX era la reina regente María Cristina de Borbón.
¿Sigue existiendo la esclavitud en la actualidad?
Creo que es evidente, desde la literal que sufren los refugiados atrapados en Libia, por la cerrazón de la UE a acogerlos; hasta la trata de blancas. Y muchas otras. Es como esa ley de la física, la esclavitud ni se destruye ni desaparece, solo se transforma. La precariedad es otra forma de esclavitud. Las cosas no suelen desaparecer sólo mutan y se adaptan.
