Ana Curra | “La industria tardó 30 años en fagocitar el punk, al trap se lo comió con patatas en cuatro días”

Ana Curra | “La industria tardó 30 años en fagocitar el punk, al trap se lo comió con patatas en cuatro días”
05 junio 2018 página 37 A Coruña.- Una docena de bandas se suman a la programación del festival Noreste Estrella Galicia

“Su Siniestrísima”, Ana Curra, sigue al pie de cañón, moviéndose entre la oscuridad y la visceralidad que le caracterizaron siempre, y así visitará esta noche el Garufa Club, para ofrecer un concierto donde repasar algunos de los himnos de los que fue partícipe en Parálisis Permanente, junto a alguna de las composiciones de su recién estrenado disco, “Huaca”.  

 

Para alguien con su trayectoria, ¿cómo es el proceso de selección de los temas para el concierto?

Es complicado, tienes que ir desechando, por lo que en cada concierto las voy cambiando. Hay algunas que van siempre, parece que si no tocas “Autosuficiencia”, pues no has hecho el concierto, la gente se queda mal (risas), normal, porque es un himno. Hay canciones que son himnos y hay que hacerlas siempre, pero eso le pasa a cualquier artista, aunque tenga 50 años de trayectoria.

 

Ahora, además, cuenta con un nuevo disco, ¿qué significa “Huaca”?

“Huaca” para mí es una cueva donde se ceremonia, donde se conjura, puede ser una tumba donde se guardan los tesoros más antiguos, más ocultos, puede ser tu interior, ese que no queremos nunca ver, esas sombras, esos fantasmas... Yo le doy todas esas acepciones al término. Y es un lugar de poder.

 

Para alguien con la trayectoria que tiene usted a sus espaldas, ¿sigue vivo el punk tal y como se conocía en los 80?

Sigue existiendo, porque hay grupos punk, como La Polla Records, que han conseguido llenar el Palacio de los Deportes (Madrid) dos días seguidos. Todos estos grupos que hemos salido en los 80, yo creo que no ha sido en vano, creo que rompimos muchos esquemas, tanto con nosotros mismos, como hacia generaciones posteriores. Pero los contextos cambian, salen nuevas generaciones y también nuevas músicas que viven otra situación distinta. Pero podemos encontrar símiles, en su momento grupos como Nirvana, y ahora claro que hay grupos que siguen imitando a los de los 80, pero también hay otra escena paralela, que es por ejemplo el trap, que para mí es un movimiento también urbano, alternativo, con la diferencia que ahora, en el momento en que vivimos, es tan masivo todo que tienes escudriñar mucho en las redes y buscar a la gente que en realidad está diciendo cosas interesantes, que muchas veces no coincide con lo que la industria ha fagocitado, porque el punk tardó 30 años en fagocitarlo, pero al trap se lo ha comido con patatas en cuatro días.

Y con lo que tuvo que vivir usted, ¿es más fácil hoy en día entrar en el mundo de la música para las mujeres?

Hombre, claro. Además con este último avance de la lucha feminista, creo que hay cosas que las mujeres ya no toleran. La mujer sigue luchando, porque hay necesidad de hacerlo, porque todavía no está equiparada en muchos sectores de la vida real. Pero sí, está mucho más normalizado ahora, que hace 30 años, cuando empecé yo. Mi vehículo, precisamente, fue el punk porque veía que tenía cabida, a lo mejor en otros tipos de música venías a ser el florero, la carita mona. Hemos dado un paso adelante, luego, por contra, están esas posturas radicales, que lo único que hacen es tirar piedras contra nuestro propio tejado, porque esta es una cuestión cultural que nos afecta a todos, a ellos y a ellas, y hay que ser mucho más inteligente y tener un poco de mano izquierda, no ir a la gresca todo el rato.

 

Y volviendo a la música, ¿cómo valora su extensa trayectoria?

Pues yo ahora estoy viviendo un momento dulce y a lo largo de todos estos años pasado he tenido de todo, mejores momentos, peores... pero ahí están, porque la vida se conforma de todo eso. Estoy contenta con mis discos. Hay temporadas en las que me he retirado porque quería dedicarme a otras cosas, he sido siempre muy independiente y así continúo siéndolo.

Ana Curra | “La industria tardó 30 años en fagocitar el punk, al trap se lo comió con patatas en cuatro días”

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