Las zonas reservadas a mesas y sillas no son exactamente iguales aunque estén en una misma calle

Las zonas reservadas a mesas y sillas no son exactamente iguales aunque estén en una misma calle
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Mientras la calle Real vive ajena a toda la polémica porque las terrazas hosteleras están allí prohibidas, en el resto de calles del entorno se generan disconformidades porque el espacio que ha dejado el Ayuntamiento a unos y otros locales no es exactamente el mismo. Además, los empresarios han comenzado a hacer los grandes desembolsos que preveían cuando se implementó esta medida restrictiva.
Solo unos pocos negocios continúan incumpliendo y haciendo que sus dominios sobrepasen las chinchetas. También hay diferencias lógicas entre zonas, porque no todas tienen el mismo ancho y, por consiguiente, tienen menores o mayores necesidades de abrir un carril para los servicios de emergencia. De ahí que unas terrazas midan menos de un metro y otras lo sobrepasen con creces, algo que se nota especialmente en algunas plazas. 
No obstante, el enfrentamiento del sector no está tanto en esos casos como en el hecho de que las chinchetas que se colocaron no siempre limitan el mismo espacio para los distintos locales aunque estén ubicados en una misma calle. 
Es el caso, por ejemplo, de la calle de la Estrella, donde una tachuela se separa de la pared 1,70 metros y la siguiente, que ya regula otro negocio da un margen de 1,84 metros. Al intentar comprobar el muro hipotético que establecen los elementos clavados en el suelo se ve que no van exactamente en línea recta. A ello influyen las fachadas más o menos retranqueadas, pero también lo hace el hecho de que los operarios no trabajasen con elementos de precisión sino con una fina cuerda que iban alargando desde el último punto de referencia según las necesidades.
A pesar de estas desigualdades que muchos critican, la realidad es que los gastos extra ya han comenzado a notarse. Hay quien ha adquirido mobiliario nuevo con dimensiones más pequeñas para no perder capacidad de ingresos en el exterior y otros gastaron en crear una especie de recibidor cubierto integrado dentro en los metros del propio local. l

Las zonas reservadas a mesas y sillas no son exactamente iguales aunque estén en una misma calle

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