9º-15º
jueves | 25 abril | 2024
A Zapateira reclama medidas conjuntas entre los tres ayuntamientos que se reparten el monte para frenar el aumento de jabalíes, que de momento solo propiciaron algún que otro accidente de tráfico sin consecuencias graves. Desde la asociación de vecinos, Juan Sánchez-Albornoz cree que el tema exige una actuación de A Coruña, Culleredo y Arteixo, algo que no solo se debería aplicar en esta cuestión sino a nivel global porque “la ciudad creció mucho y pide servicios mancomunados”, que vayan más allá del término municipal. No le consta que la presencia animal haya tenido una gran repercusión entre los vecinos, pero del monte, los cerdos salvajes desembocan en otros puntos como Feáns, donde ya destrozaron parte de los cultivos del colectivo Huertas de Feáns y mazorcas de maíz de una de las plantaciones del barrio.
Además, Sánchez-Albornoz advierte del incremento de corzos y conejos en una zona, que ve como todos los veranos, los coruñeses eligen para abandonar a sus mascotas. Es uno de los problemas endémicos de A Zapateira junto con los vertederos incontrolados, que son cada vez menos por el hecho de que cada vez hay más construcciones sobre lo verde y la gente se corta a la hora de depositar residuos.
Sobre los canes, se ven a diario, en concreto, en las partes más despobladas: “Los dejan abajo, en el campus”. Son continuas las llamadas al 010 para alertar al Ayuntamiento de nuevos casos de perros que están sin collar ni identificación y en este sentido, destaca la efectividad por parte del Gobierno local.
En busca de alimento
En A Zapateira, Feáns, Oleiros e incluso en el polígono de Pocomaco se han avistado jabalíes en los últimos meses. A estos animales que comen de todo les gusta el maíz, por eso buscan alimento en la periferia. En Barcelona, por ejemplo, coronan Montjuic, donde muchos les dan de comer, una práctica que, según el profesor universitario Carlos Nores, es necesario evitar porque los jabalíes asociarán así al hombre como algo bueno y se acercarán a los núcleos urbanos en mayor proporción. El experto explica que su presencia sobre el asfalto se debe a que crecieron en número. En Galicia, hay entre tres y cuatro jabalíes por kilómetro cuadrado, “así que si lo multiplicamos por la superficie, nos dan entre 80.000 a 100.000 cerdos salvajes”, dice Nores. Hasta hace 30 años, estaban relegados a las montañas, al interior de Lugo y Ourense.
En los 70 no había ni uno en A Coruña y alrededores, pero al aumentar la población, se expandieron hacia el oeste y llegaron a núcleos urbanos dentro de un proceso que atañe a todo el estado.
Lo ideal, según Nores, sería que se generalizasen los sistemas en los que echar las bolsas en recipientes subterráneos. l
