Xoán Vázquez Mao | “La llegada de Negreira fue el gran punto de inflexión; empezó a poner a A Coruña en el mapa”

Las visitas del secretario general del Eixo Atlántico, Xoán Vázquez Mao, a la ciudad son habituales. En los 25 años de vida de la institución, que se cumplen este 2017, A Coruña ha ido ganando más peso dentro y ahora es una de las urbes fuertes de la eurorregión.

El Eixo Atlántico alcanza en 2017 sus bodas de plata, ¿qué significa esto para la entidad?
Llegar a los 25 años es un hito porque esta es la única organización transfronteriza que ha llegado a esta edad. La crisis se llevó por delante otras. Aquí estas entidades son poco conocidas pero permiten que los ciudadanos participen en la construcción europea.

¿Qué se ha conseguido?
Tener siete millones de habitantes. Somos la tercera área urbana por detrás de Madrid y Barcelona y estamos por delante de Lisboa. El Eixo es como una gran área metropolitana y supone un impulso a la estructuración del territorio. También hemos logrado que la eurorregión tenga una voz en Europa, la directiva para eliminar el roaming...

¿Cuál es y ha sido el papel de A Coruña en esta institución?
Paco Vázquez participó en la fundación pero después aplicó el aislacionismo en política exterior. Con Javier Losada se empezó a experimentar una apertura y la ciudad empezó a participar pero él era cautivo de su herencia y su coalición con el BNG.

Pero ahora mismo la ciudad tiene una gran implicación.
El punto de inflexión fue con la llegada de Carlos Negreira, que comenzó a poner a A Coruña en el mapa. En dos años llegó a presidir el Eixo y también estuvo al frente de la Conferencia de las Ciudades del Arco Atlántico. Es el artífice de que hoy se conozca A Coruña. Luego, Xulio Ferreiro vio las potencialidades de esta institución y se volcó con ella. Forma parte del comité ejecutivo y tiene una posición muy sólida y participa activamente. Vigo sería el escenario natural para integrarse por su ubicación, Santiago lo hizo siempre por ser la capital pero hoy el gran eje participativo del Eixo en Galicia es A Coruña.

Los ciudadanos no palpan en qué se traduce la pertenencia al Eixo para ellos. ¿Qué ha permitido formar parte de esta entidad?
Se ha mejorado la participación en foros exteriores, la imagen y el conocimiento de la ciudad. Por ejemplo, antes los portugueses no pasaban de Santiago y ahora cada vez vienen más a A Coruña. Además, participan jóvenes coruñeses en los Xogos do Eixo y hay muchos proyectos de la Concejalía de Medio Ambiente que están impulsados por la Agencia de Ecología del Eixo. Lo que ocurre es que el resultado lo vende cada ayuntamiento, como es lógico.

Este año celebran un gran congreso en Braga, ¿A Coruña tendrá un papel importante?
Se va a debatir el proyecto de Agenda Urbana para los próximos diez años, cuyo director es el coruñés Martín Fernández Prado. Se le pidió al alcalde que fuera así a propuesta de la secretaría general del Eixo y no hubo problema. Esto muestra el escenario de pluralidad que hay en la institución. Lo que pase en el ámbito local, dentro de la política, es otra cosa.

¿Habrá algún congreso en un futuro próximo en A Coruña?
Xulio Ferreiro nos propuso hacer un congreso volcado en la parte social y asociativa. A Coruña sería así como la sede de la segunda parte del congreso de Braga pero aún no hay una fecha concreta. Queremos que en los dos, de los participantes, al menos el 50% de los representantes sean de colectivos sociales y asociativos.

Después de 25 años, ¿cuál señalaría como el mayor logro del Eixo?
El de la eliminación del roaming, que se hará efectiva el 29 de junio y vamos a estar vigilantes para que no se dé un paso atrás. También estamos luchando porque el tren Vigo-Oporto sea realmente una conexión A Coruña-Lisboa, hemos defendido los intereses de la eurorregión y hemos consolidado un territorio común. l