Vientos de cien kilómetros por hora dañan el Rosalía y colapsan el tráfico

Vientos de cien kilómetros por hora dañan el Rosalía y colapsan el tráfico
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Después de la lluvia, la ciclogénesis trajo consigo el viento: fuertes ráfagas que azotaron a la ciudad con ráfagas de cien kilómetros por hora dejaron detrás de sí un reguero de desperfectos en fachadas y tejados de los que tuvieron que encargarse los servicios de emergencia.  En total, se contabilizaron una docena de incidentes relacionados con el temporal de viento desde la una de la tarde hasta las tres y media, pero el más grave de ellos fue el que afectó al teatro Rosalía, donde una ráfaga huracanada arrancó de cuajo la chapa de zinc que cubre el tejado dejándola sobre una posición precaria. Justo en ese momento, el viento también dañaba el alero del tejado del colegio que también lleva el nombre de la insigne poetisa.
Efectivamente, el viento parecía ayer decidido a borrar el nombre de Rosalía de Castro de la ciudad. Fue necesario cortar todas las calles que rodean su teatro al tráfico para poder reparar los daños que había infligido a la chapa de zinc. Según explicaron fuentes de la Policía Local, en un primer momento los daños no parecían grave, así que se demoró la intervención, puesto que para llegar hasta el techo sería necesario instalar una grúa.
Pero cuando al chapa quedó colgando sobre la calle, resultó evidente que había que actuar: a las cinco menos diez se cortó la avenida de La Marina al tráfico, así como riego de Agua y las callejuelas que rodean los lados del edificio para poder instalar la grúa. Todo el tráfico tuvo que desviarse por Juana de Vega al Paseo Marítimo y San Andrés, lo que ocasionó un colapso de la circulación en el tráfico del centro, ya  en un delicado equilibrio  debido a las obras de La Marina. Tras tres cuartos de hora, se consiguió fijar la cubierta a la espera de una reparación definitiva.

caídas de árboles
Pero el viento también hizo estragos en otros puntos. Por ejemplo, en el número 280 de la ronda de Outeiro, donde consiguió derribar un árbol que se desplomó sobre dos automóviles estacionados, dañándolos gravemente. O en el parque de O Vioño, donde el servicio de mantenimiento tuvo que retirar otro.
Una lona arrancada en Santa Lucía, unos maderos de un tejado de la calle Alicante, una antena en la de Girasol, unos cristales en Ciudad de Lugo, un tejado en Wenceslao Fernández Flórez, un andamio en Monasterio de Bergondo... Los incidentes se fueron sucediendo, pero a las seis de la tarde, todas las emergencias estaban solucionadas. n

Vientos de cien kilómetros por hora dañan el Rosalía y colapsan el tráfico

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