El vicealmirante de la OTAN apoya el rejuvenecimiento de la Armada

El muelle de Transatlánticos fue el escenario ayer del cambio del mando de la Agrupación Permanente de la OTAN Número 1 (SNMG1) en el que el comodoro noruego Ole Morten relevó al contraalmirante español José Enrique Delgado. 
La ceremonia fue presidida por el vicealmirante británico Clive Johnstone, comandante del mando marítimo aliado de la OTAN, que se refirió al problema de la elevada media de edad de los marinos españoles y a la necesidad de reclutar gente más joven que había puesto de relieve la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal: “Creo que esa es una iniciativa que cada nación debería tomarse muy en serio: mantener a la gente joven en servicio, y estar seguros de que disfrutan estando en el mar y que después tengan una carrera”. 
Lo cierto es que mientras los oficiales superan los 50 años con holgura, la edad media de la marinería reunida ante el estrado no llegaba a los treinta, pero el Ministerio de Defensa está preocupado por el relevo generacional y está llevando a cabo políticas para facilitar un futuro a los militares de tropa y marinería que llegan a los 45 años y, por tanto, deben abandonar las Fuerzas Armadas. “No podemos tener un Ejército lleno de soldados de 50 años”, opinó la ministra. 
El problema es encontrar una salida laboral a este colectivo, por eso Defensa ha firmado convencios con Interior y Educación para reservar plazas en la Policía Nacional o la Guarida Civiles y para convalidar sus títulos de Formación Profesional para que puedan usarlos en su nueva etapa civil.
Para Johnstone, estos acuerdos resultan vitales para mantener una plantilla adecuada para que sirva en el mar bajo el mando Conjunto de la OTAN que recordó, es una tarea difícil: “Es importante que consigamos reclutar para la Marina un abanico completo de gente joven porque el número de personas que está a nuestro alcance es limitado y siempre nos encontramos con que es un desafío reclutar y mantener el número de tripulantes”. 
Como él mismo comentó a sus compañeros oficiales, “aquí todos somos ya demasiado viejos, y el futuro pertenece a los jóvenes”. n