“Una vez que te dan el alta. La pregunta es: ¿y ahora, qué?”

Adaceco celebra el octavo Día Nacional del DCA con iniciativas para darse a conocer.

Hoy es el Día Nacional del DCA ¿Qué se busca con este tipo de conmemoración?
[F] En primer lugar acercarnos a la ciudadanía, hacernos presentes en la vida de la ciudad y también darnos a conocer, porque, desgraciadamente, el daño cerebral adquirido no es demasiado conocido ni se identifica en ocasiones. Está claro que, cuando a alguien conocido le ocurre toma conciencia, pero es una epidemia silenciosa aunque cada vez intentamos que sea más visible. Antes, la mayor parte de la gente se quedaba en sus casas.
[R] No asistían a rehabilitación y es importante que asistan, para su mantenimiento. A nivel sanitario está todo cubierto, sobre todo en la fase aguda.
[F] Ahí, sí, muy bien, se salvan vidas, pero el lema de la federación nacional es que una vida salvada, merece ser vivida, y yo diría, dignamente. Lo que ocurre es que una vez que recibe el alta hospitalaria, esa persona, esa familia, tiene que hacer un cambio, en ocasiones drástico, en su día a día: preocuparse por una persona con un grado de dependencia severo. La frase más representativa es “y ahora, ¿qué?” Me han salvado la vida, estoy en mi casa y ahora qué. Es triste, pero es así, y el ahora qué de antes era estar sentado en un sofá. Cuando la gente después del alta tiene una rehabilitación integral, en muchos casos mejora. Hay usuarios que han notado una mejora importante.

El sedentarismo es muy malo, entonces, ¿no?
[F] Es que si no hay una posibilidad de mejora, que durante mucho tiempo la hay, pero si no recibe un apoyo rehabilitador se deteriora a pasos agigantados y ese es un problema que desde el punto de vista administrativo lo deberían tener en cuenta. Si está activa, si recibe apoyo, no tiene necesidad de acudir a urgencias, o ingresos a los que lleva el haberte quedado inactivo. Eso es importante y la gente debe saber que se necesita mantener una actividad que potencie la capacidades de esa persona.
El centro de día, además de servir para la rehabilitación del paciente, sirve de respiro a las familias, ¿no?
[F] Es evidente. Hay una persona que trae a su marido que comentaba que ella puede ir a comprarse una pieza de ropa con tranquilidad, porque antes no podía, porque tiene que estar pendiente de esa persona. Los familiares necesitan respirar. Un tiempo de tranquilidad, saben que la persona está cuidada y pueden liberarse.

Dentro de la actividad de hoy, se encuentra “Ponte en mi lugar”, ¿cómo lo van a hacer?
[F] Surgió este año. No somos extraordinariamente originales, pero pensamos que sería satisfactorio hasta cierto punto, ver cómo la gente es capaz, simplemente de abrocharse la camisa con la mano izquierda. Saber que en un momento determinado puede tener dificultades a la hora de hablar, pues intentar hablar sin mover la lengua, por ejemplo.