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jueves | 25 abril | 2024
Por segunda vez en menos de un mes, la ría de O Burgo ha tenido que ser cerrada al marisqueo por un vertido de hidrocarburos, según denunció ayer el presidente de los mariscadores de a pie, Andrés Pena, que señaló que, dado que solo pueden trabajar catorce días al mes en esas aguas, eso significará que habrán perdido todo el mes de marzo. Por eso piden a las autoridades que investiguen el origen de estos vertidos que ellos suponen que deben proceder de alguna empresa de la zona.
En esta ocasión el vertido tiene que haber sido más grave porque la zona donde el marisqueo está prohibido llega hasta la Torre de Hércules, cuando la anterior vez se limitaba a la ría.
furtivismo
Eso no quiere decir que no se faene: los furtivos volvieron a hacer acto de presencia durante el día de ayer, también según la denuncia de Pena, que protesta por la inactividad de las autoridades ante este problema. Ahora lo fían todo al cambio legislativo que permitirá castigar a aquellas personas que ejerzan de forma reincidente el marisqueo sin licencia, mientras que hasta ahora solo es posibles confiscarles el marisco y el equipo.
Según Pena, su demanda del cambio normativo que castigue de forma más dura el furtivismo e incremente la persecución a los compradores de un producto que no tiene todas las garantías –como se acordó en una mesa sectorial el pasado martes– data de años atrás.
El colectivo estima que en la actualidad realizan su labor codo con codo con unos 25 ilegales, que en verano se incrementan “hasta los 50 de día y los 60 por las noches”. Pena cree que incluso la Consellería do Mar se vio desbordada por el incremento sufrido por esta lacra a raíz de la crisis. “Hay efectivos pero no pueden cubrir todo el litoral; aquí vienen un día al mes y les quitan el aparejo pero al día siguiente ya vuelven a estar en la ría”, afirma el representante de los mariscadores.
Por otro lado, se han solicitado permisos para poder sustituir a los profesionales jubilados.
