La venta de vivienda usada repunta tras formarse los gobiernos estatal y gallego

La venta de vivienda usada repunta tras formarse los gobiernos estatal y gallego
En las ventanas de la ciudad se anuncian un sinfín de pisos en venta pedro puig

El año comenzó bien para el sector inmobiliario y, especialmente, para los vendedores de vivienda de segunda mano pero la indefinición política tanto a nivel estatal como gallego generó cierto parón en las operaciones de compra. Sin embargo, una vez recuperada la estabilidad los expertos aseguran que este mercado vuelve a gozar de buena salud en A Coruña. Si bien es cierto que los números no se asemejan a los de antes de la crisis, la falta de stock de pisos nuevos –los promotores aún están iniciando sus proyectos– supone un gran empujón para dar salida a las casas con anterior propietario.
Más allá de las estadísticas del número de tasaciones que recopila a posteriori el Ministerio de Fomento, no existen datos de todas las adquisiciones de vivienda de segunda mano que se han realizado en lo que va de año. Sin embargo, la vicepresidenta del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia, Carmela Lavandeira, asegura que en los despachos están cerrando más acuerdos. “Hubo un parón debido a la situación política y la inseguridad que esto generaba en el mercado”, reconoce.
Sin embargo, una vez se cerraron las tomas de posesión pendientes “la gente empezó a preguntar, a moverse... Este año está ocurriendo más que otros”. “Sí, hay más actividad, nada para saltar de gozo y alegría pero estaba parado totalmente y se activó un poco”, explica el presidente del Colegio Oficial de Gestores de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña, Herminio Carballido.

de nuevo como inversión
“Tenemos clientes que están preguntando por edificios para poner en alquiler o vender después de rehabilitar”, destaca Lavandeira, y puntualiza que “esto hace un año era impensable”.
Desde su experiencia comenta que los potenciales compradores ahora son los coruñeses con un poder adquisitivo “medio-alto” que ya no solo piensan en comprar para vivir sino que también ven en el ámbito inmobiliario “una opción para invertir”. Si bien es cierto que lo que más están notando sus compañeros son las visitas para informarse, también hay operaciones que llegan a concretarse con el cambio de manos de las llaves. Lo que ocurre es que “ahora se mira mucho más y se piensa mucho más antes de comprar”.
Lavandeira hace esa reflexión en contraposición con lo que ocurría hace unos años en los que la venta se hacía casi por impulso de la otra parte. En este sentido, recuerda que en la ciudad se compraron cosas increíbles a precios desorbitados.
Ahora las personas que cuentan con fondos estudian mucho más sus movimientos y las que buscan precios más ajustados para vivir encuentran apartamentos baratos “en áticos o pisos altos sin ascensor o en edificios antiguos”.
Carballido ofrece la explicación del éxito de este tipo de inmuebles aludiendo a que “poco a poco se vendió prácticamente todo el estocaje nuevo que había”. Además, en opinión del colectivo que preside, “los promotores no se dedican a construir de nuevo como antes”. “Como mucho hacen promociones de 12 o 18 viviendas pero no se arriesgan de 80 a 100”, opina.

para todos
La otra gran ventaja de la que disponen ambos colectivos es que ahora se ofrecen más hipotecas, aunque no sea por el importe total como ocurría antes de la crisis. Y si no los precios pueden adaptarse a casi cualquier bolsillo aunque en algunos casos conlleven una reforma cuando sea posible para el comprador.
“Nosotros de segunda mano tenemos precios bastante asequibles que van desde 150.000 a 80.000 euros”, resume. Con este panorama “incluso los constructores están poniendo los pisos en alquiler con opción a compra porque prefieren esos ingresos a nada”.

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